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La producción de energía a partir del estiércol y desechos de animales ya es una realidad en República Dominicana, que a la fecha cuenta con una capacidad de 1.5 megavatios, distribuidos en 17 granjas que aprovechan el excremento de sus animales para generar electricidad, abaratar costos y así evitar un problema medioambiental.
La electricidad a partir de estos desechos es posible con la instalación de un biodigestor que se encarga de producir un biogás (metano) a partir de los desechos de animales. Luego el combustible se lleva a un generador preparado para generar electricidad con el gas producido.
«Hay una proyección hoy de uno punto cinto megas de electricidad. Evidentemente, dependiendo de la especie, usted tiene especie que tienen más capacidad energética que otras. Usted tiene el proyecto de ponedoras, tiene el proyecto de pollos, tiene el proyecto de cerdos y tiene proyecto de ganado vacuno también», explicó Miguel Lajara, presidente de Sanut, empresa proveedora de productos de salud y nutrición animal, al participar en el Diálogo Libre.
Lajara, quien también estuvo acompañado del presidente de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Enrique Ramírez y Wilfredo Familia, productor pecuario, que ha aprovechado bien el sistema de los biodigestores en sus fincas, manifestó que estos proyectos vienen a traer una solución en el tema medio ambiental porque reducen los costos del factor energético y, además, crean competitividad.
El director de la CNE ve esta oportunidad con un sentido más amplio y consideró que la producción de electricidad a partir de desechos también debería ser un proyecto que pudieran aprovechar los ayuntamientos con toda la basura que recolectan.
«Ojalá que llegue más pronto que tarde, que también con los ayuntamientos esas basuras las podamos procesar. Tenemos el ejemplo de Moca con el tema del vertedero, cuando hay un polígono que puede reunir Moca, Macorís, La Vega y el propio Santiago y hacer una planta de producción de energía eléctrica impresionante y resolver el problema de residuos sólidos (en esa zona del Cibao)», resaltó.
Ramírez, quien recordó que la Comisión Nacional de Energía solo ha sido un ente facilitador para la ejecución de los proyectos energéticos a base de desechos en el país, consideró que con la gran cantidad de basura que se produce en República Dominicana se pudiera buscar una solución similar a la de los granjeros, que disminuya el impacto al medio ambiente y se pueda generar energía.
«Por eso yo califico este tipo de proyectos, siempre uno está acostumbrado a ver inversiones en el sector energía, ahora nosotros estamos inmersos como país en una planta de seiscientos megas, en un sistema de dos mil cien megas, dos mil doscientos megas, y cuando tú hablas de doscientos y tantos kilos, a la gente quizás no le llama la atención, pero esto es lo que nosotros calificamos en la Comisión Nacional de Energía como pequeñas grandes cosas», expresó el funcionario al referirse a estos proyectos.
Gobierno le otorga incentivos para producir energía limpia
El director de la Comisión Nacional de Energía, Enrique Ramírez, destacó que el gobierno continuará incentivando estos tipos de proyectos de energías renovables.
Manifestó que estos productores se están beneficiando de los incentivos que les permiten la exoneración del pago de impuestos al importar las partes y equipos que requieren para la instalación de proyectos de autogeneración.
Señaló que la CNE lanzó una resolución que establece que la Dirección General de Aduanas exonera del pago de aranceles a las plantas de generación de energía renovable.
Considera petróleo de Azua poco viable en RD
Con relación a las posibilidades que tiene el país de sacarle provecho a algunos hallazgos de petróleo en Azua, el director de la Comisión Nacional de Energía, Enrique Ramírez, consideró que en términos económicos es inviable.
«Hemos tomado muestras, por ejemplo, del mismo petróleo, de las emanaciones de líquido que hay en esa zona de Charco Largo, se les han hecho pruebas, pero hay un alto nivel de componente que lo hace en términos económicos un poco inviable», dijo. Sin embargo, cree que no se deben perder las esperanzas.
No se podrá compartir la luz con Haití
A casi 11 meses de que la Comisión Nacional de Energía y el Ministerio de Seguridad Energética de Haití firmaran un acuerdo para coordinar los estudios que permitan interconectar los sistemas energéticos dominicano y haitiano, Ramírez informó que el proyecto no ha encontrado el apoyo de organismos multilaterales. Por esta y otras razones, el funcionario entiende que esto no se vislumbra ni a largo plazo.
La planta fotovoltaica de Monte Plata está avanzada en casi un 40%
Con relación al proyecto fotovoltaico de Monte Plata, el director de la Comisión Nacional de Energía, Enrique Ramírez, señaló que ese es un proyecto de 30 megavatios que ya está realizado en alrededor de un 40 por ciento.
«Es impresionante. Todo el que pueda pasar por Monte Plata y ver la cantidad de estacas ya puestas en el lugar, ya hay algunos paneles desplegados. Es un proyecto que está previsto terminarse a mitad del año 2014, y sería el proyecto solar más grande del Caribe y Centroamérica», indicó.
El funcionario cosideró que con ese proyecto se reafirma el liderazgo del país, que lo ha tenido durante los últimos dos años, de ser el mayor productor de energía renovable del Caribe. «Reafirmamos el liderazgo que tuvimos en el año dos mil trece de ser el país que más escalones subió en el ranking del Climascopio de toda América Latina, que subimos ocho puntos», precisó Ramírez durante su participación en el Diálogo Libre, de este periódico.
Aunque República Dominicana tiene varios proyectos de energía fotovoltaica, este de Monte Plata, en el cual se estimó una inversión de US$150 millones, promete ser el más importante. El proyecto que funcionará con 198,000 paneles solares, además busca reducir en más de 200 toneladas la emisión de dióxido de carbono.
El funcionario manifestó que las energías renovables tienen un gran futuro en el país y que en este año que termina, las inversiones han crecido de forma sistemática, a pesar de que en la pasada reforma fiscal se disminuyeron los incentivos que tenía este sector para ir cambiando la matriz energética, de manera que el sector sea más sostenible.
