El especialista en recursos naturales y medio ambiente, Eleuterio Martínez, afirmó ayer que la instalación de la cementera en Gonzalo, Monte Plata, no tocará ni con el polvillo al Parque Nacional de Los Haitises.
Martínez, subsecretario de Áreas Protegidas y Biodiversidad, de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarena), a través de una columna que publica en el periódico Hoy, señala que el lugar donde funcionará la cementera es un cañaveral que se encuentra en estado de abandono.
El comunicado invita a los interesados a conocer la realidad del proyecto, porque es un espacio físico tangible y gráficamente bien definido.
“Todos tienen el deber y hasta la obligación de investigar todo lo que se les dice, pues solo el conocimiento puede alumbrarles el camino a la certeza”, manifestó Martínez.
Uno de los párrafos del documento dice: “Es imposible que la verdad pueda estar en dos lados a la vez y más cuando se trata de espacios físicos tangibles, geográficamente bien definidos”.
En el comunicado se indica, además, que la comunidad de Gonzalo está ubicado justo donde comienza el karst y no en el centro de la región, y que en ese terreno no hay ríos ni escorrentías superficiales.
“Cuando fui a ver el lugar de explotación, pude constatar que se trata de un cañaveral abandonado y tampoco conocí reporte de alguna especie endémica o amenazada”, sostiene.
El especialista en recursos naturales aclara que el Parque Nacional de Los Haitises no tiene área de amortiguamiento porque se le quitó mediante la Ley 202-04.
Eleuterio Martínez reiteró que, de instalarse la cementera, no tocará el Parque Nacional Los haitises, “probablemente ni siquiera con el polvillo” porque los vientos alisios no pueden devolverse.
Siembra asegura proceso reforestación
Los trabajos de reforestación iniciados recientemente por El Consorcio Minero Dominicano en el batey Gonzalo de Sabana Grande de Boyá, en Monte Plata, fue un paso previo a la instalación de la planta de cemento y se prolongará con 2.5 millones de árboles en un área de 25 mil tareas para restaurar los bosques existentes antes de ser convertidas en cañaverales y pastizales de la industria azucarera.
Este proceso es una demostración palpable del compromiso de esa empresa y de sus promotores con el medio ambiente y un ejercicio de responsabilidad social, pues incluye la creación de fuentes de trabajo para los lugareños, mientras representativos de la comunidad han respaldado el proyecto, por considerar que dinamizará en términos económicos una zona deprimida y mejorará la calidad de vida de sus pobladores.
POR YANESSI ESPINAL
El Caribe