Voluntariado “Manos Mormonas que Ayudan”, realiza Primer Proyecto Nacional de Servicio Comunitario

En conmemoración del Día Internacional de Limpieza de Costas y en colaboración con la Fundación Vida Azul, representantes de la entidad Ocean Conservancy en el país; la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, realizó el sábado 30 de octubre de 2010, su primer Gran Proyecto Nacional de Servicio Comunitario, a través de su programa “Manos Mormonas que Ayudan”.

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Al proveer más de cuatro mil voluntarios que ofrecieron de su tiempo, talentos y fuerzas para contribuir, en esta oportunidad, con la preservación del medio ambiente, a través de la limpieza de las playas, costas,  riberas de ríos y caminos en todo el país, la Iglesia ha compartido su entusiasmo por despertar el interés en la gente, de prestar un servicio desinteresado, uniendo muchas “manos” y corazones agradecidos, en un esfuerzo común; con el objeto de mostrar preocupación por la comunidad, promoviendo la formación de ciudadanos mas responsables, familias mas fuertes y una sociedad mas digna. 

“Es importante que como ciudadanos, comprendamos la importancia de crear conciencia en cuanto a la limpieza e higiene de los espacios públicos, diciendo ¡NO!, a la acumulación inadecuada de los desechos sólidos; garantizando además, orden y belleza a los alrededores de la ciudad, ya que estaríamos contribuyendo con la salud y bienestar del planeta y de cada uno de nosotros como dominicanos”, fueron las declaraciones de los Directores de Asuntos Públicos del Área del Caribe y de la Republica Dominicana, respectivamente.

Como su nombre lo indica, “Manos Mormonas que Ayudan” es un programa mundial auspiciado por la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, cuya finalidad es brindar servicio comunitario y auxilio a personas afectadas por situaciones de desastre. A través de este programa, la Iglesia extiende una mano amiga hacia la comunidad mediante el embellecimiento de calles, parques, escuelas, hospitales y áreas recreativas, así como prestando servicio a personas necesitadas.  Esta iniciativa constituye uno de los voluntariados más grandes del mundo.  Pueden participar todos los miembros de la Iglesia, sin importar su edad o condición física, como personas “especiales”; personas de otras religiones o de ninguna en particular, organizaciones de la comunidad, así como familias que deseen prestar servicio juntas, etc.  Es un programa popular entre los jóvenes, porque les enseña que cuando estamos al servicio de nuestros semejantes, solo estamos al servicio de Dios.

Este programa provee, principalmente, «manos» voluntarias para realizar proyectos que demanden el trabajo de muchas personas a la vez y labores que no necesariamente requieren solo de recursos financieros sino también del factor humano, lo cual hace que el programa sea notorio en orfanatos, asilos, hospitales, escuelas y otros lugares en los que se necesita la ayuda de la gente. Los líderes de la Iglesia esperan ampliar en lo adelante, la cantidad de organizaciones con quienes realizan este tipo de proyectos de bien social y de servicio en las comunidades.

Por lo general, el modo de identificar a los voluntarios, es mediante el uso de camisetas o chalecos alusivos al emblema del programa “Manos Mormonas que Ayudan”.  Este proyecto de servicio, no es de naturaleza religiosa o proselitista.  Cabe señalar, que cualquier organización o individuo puede acercarse a los líderes de la congregación más próxima a su comunidad y manifestar su interés, no solo de participar, sino también de llevar uno de estos proyectos a su propia comunidad.  Esta es la primera vez, en que la Iglesia, se une a otras entidades para colaborar con la preservación del medio ambiente, cubriendo el hermoso azul de las playas y costas, con el amarillo de los característicos chalecos de “Manos Mormonas que Ayudan”.

En representación del liderazgo de la Iglesia, además de la presencia de cientos de miles de sus miembros, estuvieron presentes en la actividad, una delegación compuesta por el matrimonio misionero de la Oficina de Asuntos Públicos del Caribe, los miembros del Consejo Nacional de Asuntos Públicos, el Director de Asuntos Públicos Regional, así como los demás directores de las distintas localidades, en toda la Republica Dominicana.

La razón primordial por lo que se hace esto, se debe a que el propósito principal es ayudar a los necesitados y mejorar las comunidades, siguiendo el ejemplo de Jesucristo.  Por lo que la Iglesia comparte, la siguiente reflexión, realizada por su Presidente, Thomas S. Monson: “El que da dinero da mucho, el que da tiempo da mas, pero el que da de si mismo, lo da todo”.