La historia de Valle Nuevo es tan larga y complicada, que se remonta a principios del siglo pasado, cuando un tal Manuel Pimentel intentó apropiarse de miles de tareas con una mensura engañosa, cerca del 1912. Desde entonces, la ¨Madre de las Aguas¨ ha sufrido la pugna por su dominio y explotación, como los aserraderos de Jose Delio Guzmán y su intrincada amistad con el dictador Trujillo, la pelea de Los Durán contra Explotación Maderera de Constanza, que duró décadas, hasta las recientes ocupaciones agrícolas luego que se declarara parque en 1996.
En 2016, se inicia el Plan de Rescate del Parque Nacional Valle Nuevo, en manos del entonces ministro Francisco Domínguez Brito, iniciando con el desalojo de unos y la reubicación de otros en el lindero norte correspondiente a Constanza. Este plan quedó en suspenso con el entonces ministro Ángel Estévez, que no solo paralizó el rescate, sino que fomentó la siembra de aguacate de exportación dentro de sus límites.
El actual ministro de Medio Ambiente retomó el rescate del parque, dando un plazo de 100 días para el cese a la agricultura, que terminó el pasado domingo. Ayer se anunció que se les van a otorgar 60 días más para terminar las actividades agrícolas y ser reubicados los agricultores de ciclo corto, dejando a la imaginación lo que pasará con los productores de aguacate y fresa.
Sesenta días parece mucho, pero si miramos hacía el principio de este problema, no lo es… Siempre y cuando esta vez sí se cumpla.
Marvin del Cid
Diario Libre