Frente a los crecientes señalamientos que se han hecho acerca del contenido del contrato suscrito entre la Barrick Gold y el Estado Dominicano para la explotación minera de Pueblo Viejo, sus administradores se han lanzado al ruedo para la defensa, con el argumento de que la empresa es seria y de que “el contrato es el único en el mundo con esas características”, cosa de la que no discrepamos.
Durante la visita que dispensaron el 4 de febrero al director del Listín Diario los señores Fernando Sánchez Alavera, director ejecutivo y Méjico Ángeles Lithgow, director de asuntos gubernamentales del proyecto, se admitieron cosas que deberían llenarles de vergüenza, como aquello de que se pagará al Estado el 3.2% de las exportaciones hasta que la empresa recupere el capital invertido y arroje ganancias netas sobre el 10%, ocultando que ese pago de regalías se hará sólo sobre las facturaciones de oro y plata, no sobre las de cobre ni sobre las de cualquier otro resultado de sus explotaciones, excluyéndose el ácido sulfúrico explícitamente, en una mina cuyo contenido de ese elemento es característico.
Y, bajo el alegato de que “no es una buena señal para los inversionistas extranjeros, el hecho de que personas se pongan a criticar el contrato sin conocerlo” pretenden imponer el mismo silencio sobre sus operaciones que lograron mientras “las autoridades dominicanas tardaron dos estudiándolo y el Congreso Nacional lo ratificó” a la velocidad conocida, sin que todavía se haya hecho público su contenido más que por vía de la Gaceta Oficial, de escasísima circulación, aunque una que otra persona dispone ya de una comparación artículo por artículo del contenido de lo suscrito anteriormente para los mismos fines con Placer Dome y lo que ahora rige los términos de la operación cuyo secreto íntimo conoce la Barrick pero ignora el resto de los dominicanos, incluyendo los signatarios locales de esa infamia.
PRUEBA AL CANTO: Dice Sánchez Alavera que “Si el precio internacional de la onza de oro se mantiene sobre los US$1,000 actuales, en el 2010 la Barrick recibirá (sobre ¿verdad?) US$1,000 millones por el valor bruto comercializado. De esta cantidad a las arcas nacionales entrarían (sobre ¿verdad?) US$37 millones.”
¿No le parece poquito?
¡Claro que es poco! Porque se ha privilegiado la recuperación del capital por encima de todas las cosas. Pero, además, en conocimiento de la Ley del Mineral a explotar, y pagándose sólo por las facturaciones de oro y plata, Sánchez Alavera puede afirmar que las regalías alcanzan a 37 millones, lo que es igual a 32 (3.2%) por el oro, a 5 por la plata y a nada por el resto, ¡cobre, ácido sulfúrico y el fracatán bendito!
“..a partir del quinto año de operaciones de la mina….Por esa vía (no la de las regalías, sino de impuestos) el gobierno recibirá otros (sobre ¿verdad?) US$200 millones.”
A esa fecha, la empresa habrá recuperado los 3 mil y pico de millones que dice ha de invertir, más el 10 por ciento de ello, unos (sobre ¿verdad?) 600-650 millones de dólares anuales, que si la resta lo admite significa que a partir de ahí, pagando los impuestos acordados tan complacientemente le quedarán (sobre ¿verdad?) 400-450 milloncitos cada año, por “el uso de tecnologías diseñadas para proyectos polimetálicos” con pago de regalías sólo para bimetálicos.
Por: JOSÉ ISRAEL CUELLO
Hoy Digital