El mundo comercializó unos 369 millones de toneladas de plásticos en 2021, suficientes para llenar más de 18 millones de camiones. Una fila de camiones que daría la vuelta al globo 13 veces.
Dado que menos del 10% de todos los plásticos producidos se reciclan, la mayoría de los productos de esos camiones acabarán ensuciando nuestras calles e inundando nuestros mares.
Pero en la naturaleza abundan en materiales sostenibles como el bambú, la arena, las plataneras y las algas que podrían utilizarse para fabricar versiones ecológicas de las pajillas, bolsas de la compra, botellas, envoltorios de alimentos y otros productos de plástico que consumimos a diario.
Según una investigación de PEW, los sustitutos del plástico podrían reducir los residuos plásticos mundiales en torno a un 17% para 2040: unos 63 millones de toneladas menos, o 3,5 millones de camiones menos en la fila.
«Además de los beneficios para el planeta, el cambio ofrece oportunidades económicas», afirmó Henrique Pacini, economista de la UNCTAD que trabaja en temas de comercio y medio ambiente.
«Pero los países y las empresas tienen que trabajar juntos y a través de las fronteras para aumentar la producción y reducir las barreras comerciales a los substitutos», dijo Pacini.
Una oportunidad de un billón de dólares
Según los últimos datos, el comercio mundial de sustitutos del plástico y sus productos derivados ascendió a unos 388 millardos de dólares en 2020, aproximadamente un tercio de la cantidad comercializada en plásticos fabricados a partir de combustibles fósiles.
«Esto demuestra que ya existe un mercado importante para los sustitutos del plástico y que hay un enorme potencial de crecimiento», dijo Pacini.
Dos tercios de las exportaciones mundiales de sustitutos del plástico se realizan en forma de materias primas, en su mayoría procedentes de países en Desarrollo (véase el gráfico).
«Cada país puede centrarse en los materiales que tiene ventaja en producir», dijo Pacini, «como la cáscara de coco y el bambú en muchas naciones insulares del Mar Caribe y los océanos Índico y Pacífico».
Pero muchas empresas de los países en desarrollo carecen de las tecnologías y capacidades necesarias para fabricar productos acabados o semiacabados a gran escala.
Esto ofrece a las empresas de los países desarrollados la oportunidad de invertir en los países en desarrollo y reforzar su tecnología y sus competencias.
«La ampliación de la producción de sustitutos del plástico dependerá del fortalecimiento de la colaboración entre países desarrollados y en desarrollo», afirmó Pacini.
Envases de algas marinas
La UNCTAD está trabajando con NotPla, una empresa emergente con sede en Londres que utiliza algas marinas para hacer alternativas de embalaje biodegradables.
NotPla recientemente comenzó pruebas en Chile y Ghana, donde está trabajando con la ONU y los ministerios de medio ambiente de los dos países para probar cajas de algas para llevar y envases comestibles para líquidos.
La firma está evaluando si sus envases pueden reemplazar los sobres de agua plásticos que se usan actualmente en África, dijo su CEO Rodrigo García durante un taller sobre sustitutos al plástico organizado en diciembre de 2022 por la UNCTAD y la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Un campo de juego injusto
Además de impulsar la producción transfronteriza, los países deben trabajar juntos para abordar las barreras comerciales y eliminar los incentivos que mantienen el campo de juego injusto para los sustitutos del plástico.
La mayoría de los plásticos a base de combustibles fósiles se benefician de subsidios y de aranceles más bajos, un tipo de impuesto sobre los bienes importados, que los sustitutos al plástico.
Por ejemplo, el arancel promedio mundial para las pajillas de plástico es del 7,7%. Para las pajitas de papel, es del 13,3%, lo que hace que esta versión sin plástico sea menos competitiva.
«En pocas palabras, los aranceles actuales están haciendo que los plásticos sean más baratos y, por lo tanto, las personas son reacias a dejar de usarlos y adoptar sustitutos basados en materiales naturales», dice David Vivas, un oficial legal de la UNCTAD que trabaja en temas de comercio y medio ambiente.
Códigos comerciales armonizados
Para ayudar a crear un campo de juego más justo, la UNCTAD ha desarrollado la primera lista de sustitutos plásticos y sus respectivos códigos armonizados (SA).
Los códigos SA forman parte de un sistema estandarizado internacionalmente de nombres y números que permiten a los países estar en la misma página al clasificar los productos antes de la exportación o de la importación.
La lista de 282 códigos de la UNCTAD complementa el trabajo del Comité Intergubernamental de Negociación de las Naciones Unidas, que está negociando un instrumento jurídicamente vinculante para poner fin a la contaminación plástica. La UNCTAD también apoya el diálogo de la OMC sobre la contaminación por plásticos y el rol de los sustitutos y las alternativas.
Esto puede ayudar a implementar el recientemente adoptado Marco Mundial de Biodiversidad Kunming-Montreal, que establece nuevos objetivos para proteger la biodiversidad. Estos incluyen la reforma de los subsidios a los combustibles nocivos, como los que hacen que los productos plásticos sean más competitivos.
Un tablero digital de comercio y contaminación
El tablero digital de Comercio y Contaminación de la UNCTAD, que proporciona un análisis del ciclo de vida de diversos materiales, permite a las empresas y los países comprender plenamente los beneficios e inconvenientes ambientales de los diferentes sustitutos del plástico.
«Juntos, los códigos armonizados y el tablero pueden ayudar a los países a identificar sustitutos prometedores al plástico, reducir los aranceles y abordar las barreras no arancelarias para estos productos», dice Vivas.
«Si se redujeran tales incentivos para los materiales contaminantes», dijo, «se podría lograr una economía libre de plástico y de sus efectos mucho más rápido».