Un nuevo padrino

“Tenemos que entender que mantener abiertas las vías de comunicación o diálogo no puede, ni remotamente, implicar posposición de esas medidas…”. Las palabras pronunciadas  por el ministro de Medio Ambiente, Francisco Domínguez Brito,  durante la apertura, el pasado 2 de noviembre, de un panel organizado por la Academia de Ciencias para analizar la situación del parque nacional de Valle Nuevo luego del plazo de 120 días otorgado a sus ocupantes para que abandonen el lugar  pueden ser la mejor respuesta a la carta  que acaba de dirigirle  el expresidente  Hipólito  Mejía al presidente  Danilo Medina, en la que le pide  que “priorice el diálogo” en la búsqueda de una  solución   que no afecte a las familias  que residen en la zona. Desde luego, el mandatario está en toda libertad de complacer al nuevo padrino de los asentados ilegalmente en Valle Nuevo,   pero le pasaría  por encima a la decisión  de su ministro, que ha esgrimido argumentos de peso para insistir  en que se mantenga el plazo y, sobre todo, que  no caigamos otra vez   en el viejo vicio de las  posposiciones y las prórrogas, como advirtió en el panel organizado por la Academia de Ciencias. “En República Dominicana a veces empezamos las cosas y queremos hacerlas pero vamos posponiendo y por eso pagamos las consecuencias, en todos los ámbitos, y hay momentos en que no puede haber más posposición. Valle Nuevo  forma parte de los recursos que no resisten más posposición”. Desgraciadamente nuestros políticos, que  no ven más allá de lo que les conviene o no en su horizonte inmediato, son expertos  en posponer soluciones, sobre todo si calculan que afectarían su capital político  o tocan intereses de sectores a los que no quieren enfrentar, por lo que no hay que descartar   que el  cacareado desalojo de los depredadores de Valle Nuevo, donde nacen los más importantes ríos de La Hispaniola,  no pase de otro amagar y no dar del que nos arrepentiremos toda la vida.

Por: Claudio Acosta