Un fuego forestal afecta loma Culo de Maco en Constanza

Una extensa franja de la loma Culo de Maco es afectada por un voraz incendio que se inició desde el pasado viernes.

Desde este municipio se puede observar la humareda que ha generado el fuego que, de acuerdo con versiones en el lugar, el pasado jueves brigadas del Ministerio de Medio Ambiente sofocaron uno que afectaba la misma área protegida, pero las llamas volvieron a parecer un día después.

Según supo LISTÍN DIARIO, manos criminales están detrás del siniestro donde decenas de brigadistas hacen esfuerzos para apagar las “lenguas” de candela que amenazan con devorar todo a su paso.

Ayer se reportó un segundo fuego en la loma Gajo del Maíz de Constanza, en el cual también se presume que actuaron manos criminales.

El LISTÍN DIARIO intentó comunicarse con las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente para que ofrezcan mayores detalles a cerca de las labores de extinción que realizan y la magnitud del siniestro forestal, pero fue imposible.

El monte Culo de Maco está situada al suroeste de la Cordillera Central, entre Padre Las Casas, en Azua, y el municipio de Constanza, a 2,189 metros sobre el nivel del mar; es decir, a una hora y media de distancia de esta población. Este espacio se destaca por su biodiversidad en cuanto a plantaciones de pinos. Desde Constanza se puede ver la gran masa de la loma Culo de Maco, que se levanta sobre el cañón del río del Medio en la cercanía de Las Cañitas. 

Según geólogos, esta montaña que alcanza una gran altura, es problablemente una de las más altas de la isla. “Por su extremidad septentrional desciende de una manera escarpada”, indica jmarcano.netfirms.com.

Historial 
Sólo en el 2005, el país experimentó 244 fuegos forestales que afectaron 3000 hectáreas. La mayoría de los fuegos forestales ocurren en la Cordillera Central y en la Sierra de Bahoruco, o en áreas protegidas aledañas durante la temporada de sequía que abarca los meses de febrero-abril y julio-agosto que coincide con el períodos de preparación del terreno por los campesinos locales, muchos de los cuales usan fuego para limpiar la tierra.

Por: Adolfo Paniagua –
Listín Diario