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Tras el retiro de la publicidad política de las calles de Santiago, con lo que mejoró sustancialmente la contaminación ambiental, se impone ahora la regularización de la promoción comercial.
En Santiago existen muchas vallas publicitarias colocadas de manera inadecuada, en calles y avenidas lo que imposibilita la visibilidad de conductores que se desplazan por las vías.
Las autoridades municipales tienen que controlar la colocación de estos anuncios, sobre todo las los de las vallas lumínicas, que abundan en esta ciudad.
En el caso de la publicidad lumínica, la que aún permanece en las calles de esta ciudad, resulta que muchas de estas empresas colocan sus anuncios de forma que parece no estar supervisada por las autoridades municipales aunque éstas pagan impuestos por ese derecho.
De manera que lo que hace falta es que las autoridades municipales, diseñen un cronograma de los puntos específicos donde éstas pueden ser colocadas, sin que entorpezcan el libre tránsito mediante la distracción del conductor.
Recientemente el juez de la Cámara Civil y Comercial del Primer Juzgado de Santiago ordenó a la alcaldía y a la Junta Central Electoral el “retiro inmediato” de la propaganda política del área céntrica.
El magistrado, Samuel Guzmán dispuso el pago de una penalidad de 10 mil pesos diarios en caso de que no se acate la sentencia.
La decisión fue tomada tras ser acogida la solicitud formulada por la Fundación Santiago Somos, que preside Mario Arturo Fernández. Este agradeció la disposición emitida por el juez Guzmán.
Desde hace algún tiempo se han incrementado las quejas de que las principales calles y avenidas de esta ciudad están llenas de letreros y propaganda política, creando serios problemas visuales, especialmente entre conductores de vehículos.
Atendiendo a esa disposición la alcaldía local dispuso el retiro de publicidad colocada en puntos específico de la ciudad, donde está prohibida su colocación, actividad a la que se sumaron dirigentes de partidos políticos que aspiran a cargos electivos.
