SANTIAGO, República Dominicana.-La Sociedad Ecológica del Cibao (SOECI) exigió a las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales salvar el río Yaque del Norte, que se ha convertido en vertedero de toneladas de basura, sobre todo restos de animales sacrificados en los mataderos locales.
Antes los altos niveles de contaminación que se observan en la ribera del río Yaque del Norte, en los 13.5 kilómetros de la zona urbana, los directivos de SOECI, encabezados por Crescencio Rodríguez, presidente, y Luis Polanco, director ejecutivo, advirtieron que podrían acudir a la justicia para que se actúe contra quienes están contaminando uno de los ríos más importantes de la República Dominicana.
Los ambientalistas denunciaron que pese a las denuncias constantes, las autoridades de Medio Ambiente no han reaccionado, mientras se tiran toneladas de desperdicios en las aguas del río Yaque.
Según evaluaciones de la SOECI, el 30% de la basura que se produce en Santiago tiene como destino final las aguas del río Yaque del Norte, que además recibe unos tres metros cúbicos de aguas residuales por segundo, a través de 60 corrientes que descargan en su caudal.
A continuación la comunicación de la junta directiva de SOECI:
Rescatemos el Yaque
La Sociedad Ecológica del Cibao (SOECI) considera imperiosa la intervención urgente del río Yaque del Norte para lograr el rescate integral de su cuenca. El Cibao depende del río Yaque del Norte y con su deterioro sufren la gente y la naturaleza.
La ansiedad y la incertidumbre de los últimos tres años, en el que el desabastecimiento de agua en los acueductos y en la agricultura, han sido una constante como consecuencia de la dramática y casi permanente reducción de los niveles de los embalses del complejo Tavera-Bao-López Angostura, es una muestra clara de que la demora ya no es una opción.
El río Yaque no puede seguir siendo el depositario de todas las inmundicias que por incapacidad no podemos manejar apropiadamente
El problema del Yaque tiene dos vertientes: La primera tiene que ver con la “producción” de agua en la cuenca, cuya reducción está asociada a la forma como se usan los recursos naturales y el territorio, principalmente en la cuenca alta, con una dinámica productiva cimentada en la desaparición de los bosques, la erosión de los suelos, como consecuencia de los conflictos de uso de los suelos que genera la ganadería y la agricultura intensiva en zonas extremadamente vulnerables, agravada con prácticas antiecológicas como la quema, el sobrepastoreo, siembras inapropiadas, uso de agrotóxicos, la sequía y los impactos del cambio climático.
La segunda vertiente está asociada a la reducción de la calidad de las aguas del río como consecuencia de la contaminación. El río Yaque no puede seguir siendo el depositario de todas las inmundicias que por incapacidad no podemos manejar apropiadamente. En Jarabacoa el arroyo Yerba Buena y El Gato, recolectan las aguas residuales y los desechos sólidos que se producen, igual sucede con la ciudad de Santiago que aporta al río cerca de 3 metros cúbicos por segundo de aguas residuales residenciales e industriales y más del 30% de la basura que produce a través de más de 60 cursos de agua que la atraviesan.
Hoy, desde el propio Gobierno Central, se toma la iniciativa de discutir y aplicar un plan de rescate del río Yaque del Norte, lo que para nosotros resulta esperanzador y la recibimos con alegría y esperanza. Sin embargo, advertimos que otras iniciativas anteriores han fracasado y se han dispendiado recursos, por no adecuarlas a los reales requerimientos de un plan de rehabilitación de la cuenca del río.
Un Proyecto de rehabilitación del río Yaque del Norte tiene necesariamente que iniciar con la creación de una real AUTORIDAD DE CUENCA, en la que todos los sectores e instituciones públicas, privadas y comunitarias estén sintonizadas y alineadas con sus políticas y lineamientos, como premisa para movilizar e integrar a toda la sociedad en esta batalla por el desarrollo de la vida en la región.
La cuenca alta del Yaque del Norte requiere de una REVOLUCION DEL USO DE SUELO en el que los usos conflictivos den paso a modelos productivos social, económica y ambientalmente sostenibles. El problema del Yaque se siente en los usuarios de las aguas, pero no es un problema para los que lo degradan.
La AUTORIDAD DE CUENCA deberá llegar con los incentivos y estímulos necesarios para generar esos cambios, al igual que con la energía para corregir las malas acciones; y además, con la orientación y educación necesarias para que los planes, proyectos, acciones y actividades se realicen de forma correcta.
Es importante precisar, que los modelos productivos ambientalmente sostenibles en la cuenca alta, deben descansar en tres ejes fundamentales: Sistemas silvopastoriles (pastizales y arboles) que sustituyan la ganadería extensiva; sistemas agroambientales que sustituyan la agricultura destructiva que hoy se aplica y sistemas de producción silvícola para las áreas más sensibles, que es la mayor parte del territorio de la cuenca alta.
El complejo de embalse Tavera-Bao-López Angostura requiere de una gestión ambiental especial, dirigida a garantizar el uso sostenible de esos cuerpos de agua y su entorno, garantizando la preservación de la franja ribereña y de la conservación de la derivación inmediata de los 300 metros a partir del lago y la recuperación de los terrenos estatales adquiridos para su construcción. También, la regulación de la instalación de infraestructuras de servicios ecoturísticos, restaurantes, cabañas, entre otros, para evitar el vertido de aguas residuales y desechos sólidos. Estos embalses requieren ser regulados en cuanto a la utilización de sus aguas para el deporte acuático, la pesca comercial y la producción piscícola.
El proyecto del corredor ecológico del Yaque del Norte debe ser rescatado para garantizar la recuperación de su ribera, hoy día sometida a una despiadada embestida donde miles de árboles gigantescos de samanes están desapareciendo para dar paso a la producción de banano y otros rubros.
Es impostergable la integración del Yaque del Norte a la dinámica urbana de las ciudades por donde transcurre. Las ciudades no pueden continuar de espaldas al río, por lo que es necesario el desarrollo de un plan de gestión ambiental urbana, orientada a sanear las aguas de los cursos urbanos que desembocan en el río, que contemple la preservación de su franja, la eliminación de efluentes domiciliarios e industriales y su real tratamiento y una verdadera gestión integral de desechos sólidos.
En el caso de la Ciudad de Santiago, el desarrollo de un proyecto de incorporación del río a la dinámica urbana debe incorporar como uno de sus componentes principales el gran meandro de Santiago, la zona meándrica más grande del río Yaque, en la que deberían desarrollarse proyectos urbanos ajustados a las condiciones ecológicas y ambientales del lugar.
Las aguas del Yaque tienen que estar limpias como premisa para que el mismo pueda ser integrado a la dinámica urbana y al ecoturismo. A partir de ahí se podrá trabajar en la instauración del Corredor Ecológico Río Yaque en el que se combinen: la reforestación, la limpieza de las aguas del río, el establecimiento y uso de los espejos de agua, las infraestructuras de servicios y el esparcimiento.
La recuperación del Yaque del Norte es posible, necesaria y urgente para adaptarnos a los impactos del cambio climático, solo requiere de autoridad, coordinación, integración de todos los sectores y la realización sostenida de las inversiones que requiere este plan. Juntos podemos, ¡Actuemos ahora!.
Junta Directiva