Los niveles de contaminación en la ciudad china de Shanghái, la capital económica del gigante asiático, de más de 20 millones de habitantes, han alcanzado en los últimos dos días su mayor nivel de contaminación en la historia.
Según informa hoy la prensa oficial, Shanghái lleva más de dos días con un índice de polución ambiental por encima de los 500 puntos en la escala china, que es más suave que los estándares internacionales.
Sólo el 2 de abril de 2007 se alcanzó un nivel similar, aunque entonces la situación duró escasamente unas horas.
El sistema de medición chino establece varias clasificaciones: de 50 puntos o menos (calidad del aire «excelente»), de 50 a 100 puntos («buena», aunque para ese mismo rango las autoridades de Hong Kong advierten de riesgo a largo plazo), más de 100 puntos («aire contaminado») y más de 200 puntos («muy contaminado»).
Cuando se superan los 300 puntos («peligroso»), «incluso la gente sana es propensa a experimentar una resistencia reducida durante actividades físicas y a sufrir fuertes irritaciones y otros síntomas», indicaba en diciembre pasado la prensa oficial de la ciudad.
En aquel momento, Shanghái había triplicado sus cifras de polución en apenas un mes, hasta rondar los 370 puntos, en las cuatro semanas que habían pasado tras la clausura de la Expo Universal 2010, durante la cual la ciudad detuvo las obras de construcción en el centro urbano y la circulación de camiones altamente contaminantes.
Desde hace días, una espesa neblina envuelve siempre los más de 15.000 rascacielos de la ciudad, cuyos habitantes sufren tos seca, irritación de ojos, dificultades para respirar y fatiga, aunque están habituados a pasar períodos de fuerte contaminación cada cierto tiempo.
Como en otras ocasiones de alta contaminación, las autoridades locales culpan ahora de la situación a supuestas tormentas de arena llegadas desde el norte del país, aunque muchos shanghaineses están descontentos de que no se les haya prevenido antes, señala el «Shanghai Daily».
Los expertos locales esperaban que la lluvia permitiese rebajar pronto esos 500 puntos (contaminación «severa» según la clasificación local), pero las ligeras precipitaciones de ayer sólo dieron lugar a una sucia llovizna ácida que no consiguió reducir la densa capa de partículas contaminantes en suspensión.
La Oficina de Protección Medioambiental de Shanghái, que lleva a cabo las mediciones, y los meteorólogos locales aseguran que la lluvia y los cambios de viento que se esperan para los próximos días aligerarán la carga de polución en el aire, y pronostican que hoy mismo descenderá hasta situarse cerca de los 300 puntos.