ROMA. La sequía es el fenómeno natural que más afecta a la agricultura, sector que entre 2005 y 2015 tuvo pérdidas económicas de unos 96,000 millones de dólares en países en desarrollo por culpa de los desastres, según la FAO.
La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) difundió un informe en el que señala que la sequía causó el 30 % de todas esas pérdidas agrícolas, el equivalente a 29,000 millones de dólares.
Otros desastres meteorológicos extremos, como las altas temperaturas y las tormentas, fueron responsables del 28% de las pérdidas (por valor de 26,500 millones de dólares), mientras que las inundaciones lo fueron del 20% (19,500 millones).
El estudio analiza el coste que ha supuesto para los productores reducir la producción de cultivos y ganadería después de 332 desastres naturales ocurridos en 87 países en desarrollo de África, América Latina y el Caribe, Asia y las islas del Pacífico en una década.
Alrededor de la mitad de las pérdidas cuantificadas (48,000 millones de dólares) se registró en Asia, sobre todo por inundaciones y tormentas, indica el texto, que agrega que en África se llegó a 26,000 millones de dólares y en América Latina y el Caribe a 22,000 millones.
En estas dos últimas regiones la sequía constituyó el principal problema para la agricultura, especialmente en el Sahel y el este del continente africano durante esos diez años.
Los países configurados por pequeñas islas, muchos de ellos vulnerables al cambio climático, sufrieron un aumento en las pérdidas económicas vinculadas a los desastres naturales: de los 8,7 millones de dólares contabilizados entre 2000 y 2007 se pasó a más de 14.000 millones durante el periodo 2008-2015.
Los agricultores de los países en desarrollo también tuvieron que afrontar incendios, plagas, vertidos tóxicos y brotes de enfermedades animales, que en general afectan al crecimiento agrícola y merman los medios de vida.
Ante la «nueva normalidad» que representan esos fenómenos naturales, exacerbados por el cambio climático, el director general de la FAO, José Graziano da Silva, apuntó en un comunicado que «la reducción y la gestión del riesgo de desastres deben convertirse en una parte integral de la agricultura moderna».
Remarcó que se necesita actuar de forma «más ambiciosa» para asegurar el desarrollo sostenible, que es la «base para la adaptación al cambio climático».
El sector primario (incluidas la agricultura, la ganadería, la pesca, la acuicultura y la gestión forestal) sufre alrededor de una cuarta parte de los daños y pérdidas que causan los desastres naturales en los países en desarrollo, según las evaluaciones de la FAO.
EFE / Diario Libre