El embajador Radhamés Batista afirmó que ese fenómeno vendría a ser una fuente de alimentación y sustento económico para las poblaciones afectadas en las provincias de Bahoruco e Independencia.
Entre estas nuevas especies piscícolas Batista citó a las truchas, carpas y otras que se adaptarían a las condiciones actuales de escasa de salinidad tanto en el Lago Enriquillo como en la Laguna del Rincón.
El presidente de CNF manifestó que en las comunidades alrededor del Lago han surgido nuevos estilos de vida económica con la venta de las dos únicas especies, como son la tilapia y la viajaca, por lo que se puede apreciar a centenares de motoristas vendiéndolas en sartas a precios más asequibles para la población, lo que se podría traducir en que “No hay mal que por bien no venga”.
“El Lago Enriquillo ha tomado posición en la opinión pública por los niveles de crecimiento sin precedentes que ha tenido, lo que ha traído el debate tanto de los lugareños como de peritos en la materia, las causas que influyen en este momento de caudal”, agregó Batista.
Señaló que “es sabido que ha causado destrozos y malestar a múltiples productores de ganado, lo que ha provocado que nuestro gobierno haya dispuesto medidas de emergencia para compensar a los afectados”.
Comentó que el Consejo Nacional de Fronteras entiende que todo lo que se haga desde el sector oficial estará muy bien y que en ese orden, “estamos planteando ampliar los mismos como una medida que venga a incentivar y aprovechar una realidad que ha traído adjunta la problemática misma del crecimiento del Lago”.
“Ojala que nuestras autoridades que tienen que ver con el área piscícola aprovechen esta oportunidad que nos brinda este problema, y dejen establecida una nueva imagen democrática modalidad de producción en estos Lagos del suroeste del país”, puntualizó.
Y dijo que esto va para largo, y pasarán años antes de que los lagos vuelvan al nivel de hace 20 años ya que, hoy están al nivel natural y más antiguo.
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