Santiago con su parque ecológico

Con una área de 284 tareas y más de 800 metros de ambos lados lados de la rivera del arroyo Jacagua, el parque ecológico multitemático “Eugenio de Jesús Marcano”, pretende convertirse en una fuente de investigación científica y de preservación de la fauna, la flora y los recursos naturales en todas sus dimensiones.

Un grupo de importantes instituciones de la provincia y el país en la comunidad de Jacagua, al norte de Santiago, promueven este ambicioso proyecto.

Entre estas participan directamente el Centro Regional Universitario de Santiago (CURSA), extensión de la UASD, la Sociedad Ecológica del Cibao (SOECI), la Oficina Senatorial de la provincia que preside el senador Francisco Domínguez Brito, la Comisión Ambiental de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, la Academia de Ciencias de la República Dominicana y el Comité de Desarrollo de Jacagua, donde está la obra y que ha pedido su participación en el mismo.

Conforme al arquitecto Humberto Peralta, director del CURSA-UASD, este parque, concebido con una elevada valoración socio-cultural y con miras hacia el desarrollo de la investigación y la preservación del medio ambiente, se proyecta como una de las obras más relevantes para Santiago.

Un parque para la biodiversidad
El académico informa que hay una resolusión aprobada del Consejo Universitario que faculta al Cursa y que declara esa área como zona multitemática y ecológica.

Para Peralta, el proyecto -aunque es uno de los más elevados en esa área de la región- requiere de recursos económicos, porque busca tener un diseño ecológico con una subdivisión de clasificación de especies nativas vinculadas a la flora y la fauna.

En la fauna, según el director del Cursa, se proyecta preservar en el parque aves nativas y tropicales que en determinadas épocas del año emigran al país, como el flamenco y el bubí, y entre las especies criollas, la cigua palmera, la calandria, el colibrí, la tórtola, la rolita, pájaro bobo, cotorra, perico, y otros.

También se conservará el caimán, un reptil parecido al cocodrilo y que data de largos años que la mano despiadada del hombre se encargó de extinguirlo de la isla La Española y de otras zonas del Caribe.

En lo que corresponde a la flora, Peralta expone que se recuperará y se conservará el samán y otras especies endémicas y ornamentales que están dentro del proyecto.

Para el educador, el proyecto mira más allá de la ciudad de Santiago y la región y se proyecta extenderlo a la misma universidad en todas sus esferas y a América Latina y el Caribe, con la consabida idea de proyectar desde aquí el Banco de Información de especies vegetal y animal.

Peralta sostiene que dentro de los objetivos del milenio, se han discutido las zonas de República Dominicana que podrían ajustarse en lo que tiene que ver con el medioambiente y los recursos naturales, pero que se ha pensado en la zona de Jacagua, ubicada en plena cordillera Septentrional con su implicación en la falla geológica y otros ambientes que tienen que ver con el medio- ambiente mundial.

Para el académico, eso cobra mucha importancia, porque el parque evita los asentamientos humanos precarios, preserva el recurso agua, protege la capa boscosa y tectónica y que eso colocaría al país y a Santiago a la vanguardia con los avances modernos de protección del medioambiente.

Opinión de los ecologistas

El ex presidente de la Sociedad Ecológica del Cibao, Eduardo Rodríguez, al valorar la importancia del proyecto, dice que el mismo integra una gran cantidad de módulos y tiene un sendero que recoge un gran componente de especies endémicas y nativas, con bosques de galería, áreas de especies forestales, ribereñas y otros elementos que protegen la flora de la región.

Rodríguez resalta que el parque ha diseñado un subproyecto importante en lo que tiene que ver con el componente agua. En ese orden, expone que debido a que el arroyo Jacagua pasa por la misma finca donde se establece el proyecto, se ha integrado como recurso pedagógico el componente agua para que la gente pueda entender el comportamiento de ese curso acuífero.

Revela que que en esa parte la gente podrá entender lo que es un meandro, una zona de disipación de energía, los valles ribereños bajos y aluvionales, las terrazas aluvionales, la forma de oxigenación y depuración del río.

En ese contexto, manifestó que con la inauguración de algunas infraestructuras se ha concluido una primera etapa del parque.

Menciona entre esas obras, la verja frontal, un puente colgante peatonal que se ha convertido en un gran atractivo.

El ecologista hace la salvedad de que en el parque existe un play donde los jóvenes de la zona juegan béisbol y los adultos se divierten con las competencias que se organizan.

Eso naturalmente, ha sido un detonante minúsculo para seguir la expansión del proyecto a otras demarcaciones.

Empero, Rodríguez dice que el play será movido a otra área y de esa forma ocupar ese terreno para se guir conformando y ampliando el parque que se proyecta como una alternativa de esparcimiento, investigación científica de las faunas y todos los recursos naturales del país y la región.

Actualmente hay un mapa que establece un maravilloso y ambicioso diseño sobre el parque, pero eso está en revisión, porque se aspira a integrar áreas que tradicionalmente han sido vulnerables, como las que son pasibles constantes de inundaciones y la franja de preservación ribereña y otras que tienen asentamientos humanos sumamente precarios.

Por: Ricardo Santana
Listín Diario