La República Dominicana suscribió, en Japón, el Convenio de Minamata sobre Mercurio, que tiene como objetivo proteger la salud humana y el ambiente de las emisiones y las liberaciones antropogénicas de ese elemento y sus compuestos.
Para al firma del acuerdo, el presidente Danilo Medina otorgó un poder especial al ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Bautista Rojas Gómez, para que firmara en nombre del Estado dominicano durante la conferencia de plenipotenciarios que se lleva a cabo en las ciudades japonesas de Kumamoto y Minamata, bajo la directrices de Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Además de Rojas Gómez, la delegación dominicana está conformada por Silmer González y Elsa Ferreras, directora de Calidad Ambiental y encargada del Departamento de Gestión de Sustancias Químicas del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, respectivamente.
EL ZOOM
El convenio
El referido convenido, firmado por 120 países, representa un hito en los esfuerzos globales para proteger a las personas y el medioambiente de las consecuencias del mercurio. Obliga a los gobiernos a elaborar planes de acción que incluyan medidas tendentes a la eliminación de las formas nocivas de la utilización de esa sustancia.
Aborda la utilización del mercurio en diversos ámbitos, productos y procesos, así como en las instalaciones industriales.
Impacto del mercurio en las personas
La principal fuente de exposición humana al mercurio es el consumo de pescados y mariscos contaminados por este compuesto. Prácticamente todas las personas tienen en su organismo al menos cantidades ínfimas de del mismo, lo cual refleja la presencia generalizada de este compuesto en el medio ambiente.
Las personas pueden estar expuestas al mercurio en cualquiera de sus formas en diferentes circunstancias.
En el feto, el lactante y el niño, el principal efecto es la alteración del desarrollo neurológico, ya que la exposición en el útero, que puede proceder del consumo materno de pescados y mariscos contaminados, impacta negativamente el desarrollo del cerebro y del resto del sistema nervioso.
En niños expuestos a la sustancia en el útero se han observado efectos negativos en la función cognitiva, la memoria, la atención, el habla y las actividades visuoespaciales y motoras finas.
La combustión del carbón para producir electricidad y calor es, con diferencia, la principal fuente de mercurio, y constituye un importante problema de salud pública. Prácticamente la mitad de las emisiones atmosféricas de mercurio proceden de centrales termoeléctricas alimentadas con carbón, de calderas industriales y de los hogares.
Escrito por: Cristal Acevedo
Vía: http://hoy.com.do