Estar en la ruta de los ciclones tropicales del Atlántico y entre importantes fallas sísmicas activas hacen vulnerable a la República Dominicana ante los impactos negativos de los desastres naturales, por lo que instan al país a prepararse.
La fragilidad del país caribeño quedó evidenciada en la conferencia “Tiempos de pandemia, entre huracanes y terremotos”, en la que hablaron el ingeniero geólogo Osiris de León, el meteorólogo John Morales y José Paliza, ministro administrativo de la Presidencia, en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (Unphu).
Osiris de León explicó que alrededor de la isla La Española existen dos fallas, una al norte y otra al sur, en la que han ocurrido los terremotos más desastrosos, como el de Haití en 2010 y en la República Dominicana en 2003. “Nadie sabe qué día y a qué hora va a venir un terremoto y dónde va estar el epicentro capaz de impactar a una sociedad”, comentó De León.
El ingeniero geólogo aseguró que no es tanto la cercanía a la falla lo que determinará el nivel de daño de un terremoto, sino el tipo de suelo, por lo que señaló la importancia de la caracterización del suelo, para un plan de desarrollo territorial y que las normas de construcción se fundamenten en ella.
También destacó que se tiene el desafío de comenzar a hacer una revisión de todas las infraestructuras para identificar vulnerabilidades sísmicas, sobre todo, en edificaciones antiguas que se hicieron con otros estándares, para corregirlas.
No basta ser resiliente
El meteorólogo John Morales estableció que la República Dominicana no puede ser un país resiliente ante los ciclones tropicales si estos vienen con más frecuencia, como consecuencia del cambio climático por las actividades humanas.
“La resiliencia tiene sus límites”, expresó Morales, mientras explicó que ser resiliente es más “complicado” si cada año y durante las temporadas hay más huracanes de categoría tres, cuatro y cinco por el aumento de la temperatura del mar en la temporada ciclónica, y cada vez son más frecuente.
Morales consideró que los países deben ponerse de acuerdo para eliminar la quema de combustibles fósiles para producir electricidad de una forma más limpia. “Las acciones que nosotros tenemos que tomar, como seres humanos, son urgentes, de ahora, o son para mañana”, manifestó.