El país firmó seis iniciativas en la Cumbre del Clima. La viceministra de Cooperación Internacional del Ministerio de Medio Ambiente explica en qué consisten y sus perspectivas sobre el evento.
Concluyó la 26 Conferencia de las Partes del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), celebrada en la ciudad de Glasgow (Reino Unido) del 31 de octubre al 12 de noviembre.
¿Cómo le fue a República Dominicana en la Cumbre? ¿Qué compromisos asumió y cuáles propósitos quedaron pendientes?
La viceministra de Cooperación Internacional del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Milagros De Camps, comparte con los lectores del Encuentro Verde las iniciativas adoptadas como nación, las principales debilidades y fortalezas de la COP26 y la decepción por las propuestas que no fueron aceptadas.
Como parte de la delegación dominicana, las intervenciones De Camps contribuyeron a entender la importancia de las alianzas y el financiamiento para que los pequeños Estados insulares hagan frente a la crisis climática, así como a visibilizar el trabajo local que se hace en cuanto a mitigación y adaptación.
“La República Dominicana tuvo una representación que fue reconocida por la Presidencia de la COP26, por países claves y por la cooperación internacional. Nos estamos abriendo un espacio a nivel internacional y posicionándonos como líder emergente en la lucha contra el cambio climático”, dijo la funcionaria a Listín Diario.
¿Cuáles compromisos adoptó República Dominicana en la COP26 como contribución a la acción climática?
En el marco de la COP26, la República Dominicana firmó varias iniciativas, como son: La Declaración de Líderes de Glasgow sobre Bosques y Uso de Suelo, con la intención de demostrar ambición colectiva de detener y revertir la pérdida de cobertura boscosa y degradación de suelo al año 2030. Esta Declaración insta a todos los líderes mundiales a unir esfuerzos hacia una transición de uso sostenible de la tierra, para cumplir, entre otros, con los objetivos del Acuerdo de París.
El Global Methane Pledge, una iniciativa de los Estados Unidos de América, la Unión Europea y otros países, donde nos comprometimos a trabajar para reducir las emisiones de metano en al menos 30% al 2030, tomando como nivel base el 2020. Más de 100 países se unieron a esta iniciativa y representan aproximadamente el 70% de la economía global y casi la mitad de las emisiones de metano antropógenas.
La Declaración Conjunta sobre Vehículos Cero Emisiones, una iniciativa del Reino Unido que une a gobiernos, regiones, dueños de flotas de automóviles y fabricantes de vehículos. Nos unimos como mercado emergente con la intención de impulsar la transición a vehículos de cero emisiones al 2040. Para el caso de mercados líderes, el compromiso es el de hacer la transición al 2035.
Because the Ocean, una iniciativa que se lanzó en la COP21 para liderar el vínculo entre océanos y cambio climático, promoviendo acciones que contribuyan con peso científico a esta interacción indivisible y alcanzar iniciativas concretas. En esta tercera versión, la intención es la de apoyar la adopción de lenguaje decisivo en la COP26, algo que no fue consensuado por los 195 Estados parte de la Convención; iniciar un diálogo para contemplar cómo fortalecer la mitigación y adaptación e integrar aspectos relevantes de los océanos; tratar de impulsar la mejora y los esfuerzos por acelerar una desescalada de las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de la industria naviera; e impulsar las acciones del sector privado en la acción climática por los océanos.
En razón de la importancia que revestía en esta COP los mercados de carbono, lideramos, conjuntamente con Colombia, la Declaración de Justicia en los precios del Carbono, una iniciativa basada en la necesidad de que los precios del carbono alcancen un nivel adecuado en los mercados voluntarios para estabilizar la temperatura del planeta en 1.5º C y considerando los costos promedio de abatimiento de la reducción de CO2.
Nos convertimos en Campeón Ministerial de la Alianza de Marrakesh, una iniciativa para la acción climática global que apoya la implementación del Acuerdo de París habilitando la colaboración entre gobiernos, ciudades, regiones, negocios e inversionistas para que impulsen la acción climática. El rol del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales como Campeón Ministerial es el de fortalecer la coordinación entre estos actores y coordinar con los gobiernos parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas para Cambio Climático hacia la COP27.
En su participación como vocera de la Alianza de Pequeños Estados Insluares (Aosis), usted puso énfasis en el apoyo que necesitan los países insulares para hacerle frente al cambio climático, ¿recibió República Dominicana algún tipo de ayuda en ese sentido?
Es importante aclarar qué es la Conferencia de las Partes o COP (por sus siglas en inglés) y qué se logra como país participando en este complejo proceso de negociación.
La COP es el órgano supremo de toma de decisiones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Todos los Estados que son Partes de la Convención deben estar representados en la COP. En la misma se revisa la implementación de la Convención y cualquier otro instrumento legal que la COP adopte, como el Acuerdo de París, y se toman las decisiones necesarias para promover la implementación efectiva de la Convención, incluidos los arreglos institucionales y administrativos.
El Acuerdo de París es un tratado internacional jurídicamente vinculante, que nace de la Convención, para combatir el cambio climático y acelerar las acciones e inversiones necesarias para un futuro sostenible con bajas emisiones de carbono. Posterior a la adopción, se comenzaron a negociar los artículos específicos de dicho Acuerdo para su plena implementación.
La importancia de esta COP26, y su complejidad, recaía en la necesidad de negociar el último artículo pendiente (Artículo 6 sobre Mercados de Carbono) y cerrar el Libro de Reglas del Acuerdo de París. Cada COP representa un paso en el proceso para alcanzar las metas a largo plazo, por lo que es difícil pensar que una sola cumbre va a resolver todos los problemas asociados al cambio climático.
Como isla compartida con la vecina República de Haití, somos de los países que resultarán más afectados a nivel mundial por los eventos extremos como inundaciones, sequías y subida del nivel de mar principalmente.
Es por lo tanto importantísimo que nuestras necesidades sean reflejadas en las decisiones que tome la COP, para así poder crear instrumentos financieros y nuevos flujos financieros para la acción climática, y facilitar el acceso a los fondos existentes, ya que debemos tomar medidas para reducir la vulnerabilidad de la población y los ecosistemas del país frente a los efectos adversos del cambio climático, así como crear y fortalecer las capacidades nacionales de respuesta al fenómeno.
En el transcurso de esta COP, la Alianza de los Pequeños Estados Insulares (Aosis) desarrolló e impulsó varias propuestas concretas como: mantener la meta de los 1.5ºC viva (lograda), mayor financiamiento para la adaptación (logramos duplicar el mismo en esta COP26), y el establecimiento de un mecanismo de financiamiento para Pérdidas y Daños, que ganó el apoyo de los representantes de 6 mil millones de personas en el mundo (no lo logramos).
Establecer el servicio de financiamiento de Pérdidas y Daños en la COP26 habría sido histórico. Sin embargo, los países desarrollados responsables de financiar este instrumento no estaban de acuerdo.
Cedimos en esto a regañadientes, porque necesitábamos mantener viva la meta del 1.5ºC en Glasgow, y reabrir el texto amenazaba con esto, pero seguiremos luchando.
¿Cómo calificaría la participación de la delegación dominicana en la Cumbre del Clima?
La República Dominicana tuvo una representación que fue reconocida por la Presidencia de la COP26, por países claves y por la cooperación internacional. Nos estamos abriendo un espacio a nivel internacional y posicionándonos como líder emergente en la lucha contra el cambio climático.
Y esta es mi intención, que lideremos en la región y podamos captar mayor financiamiento para continuar nuestro desarrollo económico de la mano con el medio ambiente y desarrollemos la resiliencia necesaria para hacer frente a los efectos adversos a los que estamos expuestos como estado insular. Así protegeremos nuestro medio ambiente y recursos naturales, que es nuestra mayor riqueza, pero también, y solo para mencionar algunos, reduciremos los costos en energía, creamos sistemas alimentarios resilientes y nos dará una ventaja competitiva para un consumidor (principalmente de turismo) que cada día está más pendiente y exigente.
¿Cuáles fueron las fortalezas y debilidades de esta conferencia?
Hay muchas cosas positivas, como mantener la meta de ambición climática, mayor financiamiento para la adaptación y mitigación, la decisión de desescalar el uso de carbón y la referencia a los subsidios a los combustibles fósiles, así como la operatividad de la Red de Santiago para Pérdidas y Daños, entre otros esfuerzos.
Otro aspecto positivo es la declaración conjunta de Estados Unidos y China. Que estas dos naciones de gran influencia estén unidas en este tema crítico que es una amenaza existencial para todos nosotros es otro resultado importante y un comienzo.
Sin embargo, francamente, estábamos enfocados en obtener algo más sustantivo sobre el texto. Acción ahora. Se otorgaron billones de dólares en subsidios a la industria de los combustibles fósiles desde la adopción del Acuerdo de París y solo 2 billones para acción climática en islas.
Hicimos un llamado urgente para la inclusión de financiamiento dedicado para pérdidas y daños en el texto y la puesta en funcionamiento de una instalación independiente que considere medios innovadores para proporcionar financiamiento para pérdidas y daños, incluidos, entre otros, mecanismos de seguro de transferencia de riesgo. Pero tuvimos que ceder.
No siempre pueden ser los más vulnerables a las que se les pida que comprometan sus intereses con el objetivo de llegar a un consenso. Estas no son solo palabras que estamos concediendo, es nuestro futuro.
¿Es realmente posible la meta de reducción al 2030?
¡Claro! Y para eso estamos trabajando día a día, para cumplirla y aumentar la ambición aún más.