La región Enriquillo requiere una intervención urgente y sostenida del Estado que además de resolver el drama provocado por las inundaciones del lago instaure un sistema de protección social, empodere a las comunidades, intervenga las cuencas y reduzca la vulnerabilidad de miles de familias.
Así lo expresaron ejecutivos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y del Programa para el Medio Ambiente (PNUMA) al participar en el Almuerzo del Grupo Corripio. Benjamín Batista, oficial del programa Frontera, criticó que hasta la fecha departe del Estado no ha habido una respuesta urgente, agresiva y suficiente para resolver el drama de los afectados con las inundaciones del lago Enriquillo.
Considera que sólo se requiere voluntad política, ya que la inversión económica está al alcance del Gobierno. Recordó que las inundaciones del lago han afectado directamente a 3,050 familias, la mayoría que ha perdido sus medios de vida como la ganadería y agricultura, y una parte que ha perdido sus viviendas.