Hasta el próximo viernes se desarrolla en Cali, Colombia, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad COP16 con el lema «Paz con la Naturaleza», un llamado a la reflexión para mejorar la relación que tenemos con el ambiente, repensar un modelo de económico que no priorice la extracción, sobreexplotación y contaminación de la naturaleza.
Uno de los objetivos de esta cumbre es revisar con las naciones la implementación del Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal, firmado en 2022, que incluye 23 metas de conservación. Una de estas es conocida como 30×30, un compromiso internacional para proteger el 30 % de la superficie terrestre y el 30 % de los océanos del planeta para el año 2030.
Existe cierta confusión en el país sobre lo que significa esa meta, en materia de protección para la República Dominicana. Para parte de la población esto significa que el país busca alcanzar un 30 % de la geografía nacional como área protegida para el 2030, tanto terrestre como marítima.
Sin embargo, la meta especifica cómo alcanzar el 30 % de protección de superficie terrestre y marina, sin que necesariamente signifique para el país aumentar el Sistema Nacional de Áreas Protegidas.
La meta 30/30 realmente va más allá de los sistemas de áreas protegidas, entre sus objetivos está el uso sostenible de los recursos naturales en general. Dicho de otra forma, la meta no solo promueve áreas completamente protegidas.
También incentiva la gestión sostenible de áreas productivas que contribuyan a la biodiversidad respetando los derechos de las comunidades locales e indígenas y que no necesariamente entran dentro de cualquiera de las categorías de protección, como es el Sistema Nacional de Áreas Protegidas de la República Dominicana.
Cada país firmante del CDB debe desarrollar planes nacionales para cumplir con la meta, lo que implica identificar áreas críticas de conservación, establecer nuevas áreas protegidas o mejorar la gestión de las ya existentes. Es clave que la protección sea efectiva, inclusiva y respete los derechos de las comunidades locales e indígenas.
República Dominicana plantea oficialmente que al 2030 se habrá asegurado que al menos el 30% de las zonas terrestres, aguas continentales, marinas y costeras de nuestro país estén conservadas y gestionadas de manera efectiva a través de sistemas de áreas protegidas ecológicamente representativas, bien conectadas y gobernadas equitativamente u otras medidas de conservación eficaces basadas en áreas, reconociendo y respetando la utilización sostenible que tienen lugar en las comunidades locales.
Jonathan Delance, director de Transformación del Programa 30×30 para República Dominicana, explicó a Diario Libre que ya el país alcanzó el 30% de área de protección marina.
Ahora el país se encontra en la fase de crear los instrumentos legales o normativos para la creación y gestión de las Otras Medidas de Conservación Eficaces Basadas en Áreas (OMECs), que serán las que complementen la meta 30/30, además de las áreas protegidas terrestres que ya alcanzan un 25% del territorio nacional. Todo esto con el apoyo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).