La Asociación Dominicana de Profesores tiene programadas para el final de febrero las elecciones para renovar su cuadro dirigencial.
En este contexto, un conjunto de personalidades e intelectuales ha hecho un llamado público a los maestros y maestras, y a las diferentes corrientes magisteriales que tienen presencia en ese gremio, para que pacten un acuerdo que garantice la continuidad del proceso de fortalecimiento, de recuperación de la autoridad moral y el logro de conquistas que se ha alcanzado durante la actual gestión.
En tal sentido hacen un llamado para que mediante el consenso, todas los maetros y maestras y las diferentes corrientes, presenten como candidata única a la Presidencia del gremio a la Profesora María Teresa Cabrera, actual Presidenta de esa institución.
Este llamado constituye un gesto de conciencia y madurez de sectores comprometidos con los mejores intereses del país que no debe caer en el vacío y, por el contrario, debe ser valorado positivamente.
Desde hace años ningún gremio profesional o instancia sindical había tenido un desempeño tan ejemplar y positivo para sus miembros y para la sociedad como el que ha protagonizado el gremio de los trabajadores de la enseñanza.
Desde hace años ningún gremio del país obtenía conquistas como las alcanzadas por la ADP, con métodos de lucha innovadores, que no resultan odiosos a la sociedad y por el contrario generan simpatías y demuestran que es posible la movilización social integradora y consecuente, sin estridencias ni extremismos.
La ADP dirigió una lucha demandando el cumplimiento de la Ley que establece que el presupuesto para Educación debe ser de un 4% del PIB, logrando que este se elevara de 1.8% en el 2008 a un 2.1% del PBI en el 2009.
La metodología de lucha aplicada, mediante paradas educativas con exposiciones en lugares públicos, captó la simpatía de la sociedad por su creatividad y porque el sindicato magisterial se preocupó en todo momento por no afectar la docencia.
El impacto de esta lucha sensibilizó a varias instituciones sociales que actualmente estan demandando en la Cumbre convocada por el Presidente de la República que se eleve el presupuesto de educación al nivel establecido por la Ley o al 2.8% del PIB, que es la meta para el 2009 del Plan Decenal.
Bajo el liderazgo de María Teresa la ADP alcanzó conquistas que se venían demandando desde hace décadas, mediante una lucha persistente pero creativa, firme pero a la vez integradora.
En ese sentido, el salario promedio de los maestros y maestras con dos tandas y que aplican para todos los incentivos, se elevó de 16 mil a 25 mil pesos mensuales.
Desde el año 1999 no se aplicaba el incentivo por evaluación del desempeño, y la ADP sin perder una hora de clases logró que se aplicara el mismo, beneficiando a más de 40 mil maestros y maestras con incrementos entre un 7 y un 32 %, la mayoría sobre el 25%.
Bajo la Presidencia de María Teresa Cabrera se logró la aprobación y promulgación de la Ley 451-08 que rebaja de 35 a 30 años la edad para aplicar al Plan de Retiro.
El maestro o maestra jubilado con la nueva ley tiene el derecho a seguir percibiendo el 100 % del salario y a recibir 25 salarios juntos al momento de entrar en vigencia la jubilación. Esta ley establece además una protección económica para los hijos menores de los maestros y maestras que fallecen.
El liderazgo y la capacidad de consenso de María Teresa ha permitido a la organización magisterial fortalecer su institucionalidad y los maestros y maestras sienten el respaldo de su gremio sin importar su militancia política, credo religioso o género.
Las diferentes tendencias del sindicato docente y sus líderes también han jugado un papel de gran madurez inspirados en la confianza generada por su Presidenta.
La ADP de hoy ha recuperado gran parte de su autoridad moral, y aun le ha quedado tiempo y vocación social para respaldar otras luchas de la sociedad en general, de los sectores populares, los trabajadores y otros sectores.
Este proceso debe continuar y la Asociación de los maestros y maestras puede y debe seguir dando el ejemplo de que se puede construir un país mejor aplicando métodos de movilización social innovadores e integradores, y respaldando las demandas del conjunto de la sociedad.
Por eso es tan importante que el proceso no se detenga.
Por eso es correcto que los lideres de las diferentes corrientes que inciden en el gremio acuerden de consenso que María Teresa Cabrera continúe en la Presidencia de la ADP, con un programa común que también debe salir del consenso.
Por eso los maestros y maestras deben exigir que María Teresa sea la candidata de consenso a la Presidencia de su gremio.
Escribe: Roberto Sánchez
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