Qué se dice

Áreas desprotegidas.- Durante su comparecencia al Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio, el doctor Jorge  Subero Isa expresó su preocupación por la gran cantidad de expedientes (exactamente 240) de los que ha sido apoderada la Suprema Corte de Justicia y en los que ciudadanos particulares reclaman la propiedad de terrenos que pertenecen a las  áreas protegidas del país, y citó entre los más apetecidos por esos “propietarios” los situados en  Bahía de las Aguilas, Samaná, y la región Este del país. 

Todavía se recuerda, porque el  alboroto  fue grande, la maniobra urdida en la Cámara de Diputados, con la participación decisiva de la bancada peledeísta, para reducir los límites al Parque del Este, maniobra que fue desalentada por las presiones de una opinión pública que puso en pie de guerra a los grupos ecologistas y  sectores sensatos del país.

Ahora resulta  que se pretende instalar una fábrica de cemento en la zona de amortiguamiento del Parque los Haitises, lo que según la Comisión Ambiental de la Uasd y la Academia de Ciencias tendría un impacto negativo sobre la captación, almacenamiento, flujo y calidad de las aguas del país, a pesar de lo cual sus promotores recibieron la aprobación de la Secretaría de Medio Ambiente y su titular, Jaime David Fernández Mirabal, quien a falta de  argumentos para justificar  su decisión prefiere descalificar a los “políticos metidos a ecologistas” que la han criticado. Como se ve, las amenazas sobre nuestras áreas protegidas no solo no cesan nunca sino que  provienen de distintos frentes, pero la peor amenaza de todas es la falta de entereza de las autoridades llamadas a defenderlas –con la fuerza de su autoridad si fuere necesario– de la codicia sin límites de los codiciosos de siempre.

por: CLAUDIO ACOSTA
Hoy