PROTECCIóN DE COSTA A COSTA

Las tendencias mundiales del nuevo siglo apuntan hacia una gestión responsable del medio ambiente por parte de las naciones superdesarrolladas y las más pobres se trazan metas en períodos de tiempos definidos, mientras que la Unión Mundial para la Naturaleza llama a enfrentar con decisión el desafío de construir un »mundo rico en biodiversidad y comprometido con la equidad». 
  
Estados Unidos, la nación más poderosa del mundo y casi siempre tomada como punto de referencia o comparación por las demás naciones del globo, al menos por los países occidentales, acaba de anunciar la »protección de costa a costa» (entiéndase desde el océano Atlántico hasta el océano Pacífico) de su territorio, según lo acaba de enunciar su actual presidente en su discurso sobre »El Estado de la Nación», en una sesión conjunta de las cámaras legislativas y ante la presencia de Al Gore, vicepresidente y precandidato presidencial por el Partido Demócrata.

El presidente Bill Clinton muestra orgulloso sus logros en materia de conservación y la creación de varias áreas silvestres protegidas en sus ocho años de gestión al frente de los cincuenta y tantos estados de la Unión y de haber demostrado al mundo que es posible y perfectamente compatible el crecimiento económico con la protección al medio ambiente, dándole sentido de esta manera al concepto de »sostenibilidad». Dice que junto al vice Al Gore ha roto el mito que sustentaba la tesis contraria.

El mundo todavía recuerda la tesis de Clinton en la contienda electoral pasada de que »el Parque Nacional de Yellowstone es más valioso que el oro», dando a conocer de esta manera su decisión ante el pueblo norteamericano de no otorgar un permiso para explotar un rico yacimiento de oro que se acababa de descubrir dentro y en la periferia de esta área protegida, para la cual contaba con las ofertas más tentadoras de las empresas mineras interesadas en su explotación. Ahora habla de haber creado tres grandes monumentos naturales entre otras tantas áreas silvestres protegidas que incorporan millones de acres al servicio de parques nacionales de ese país.

Anuncia al mundo que Estados Unidos y el pueblo de ese país han entendido que es necesario detener el calentamiento global del planeta, lo cual ha quedado evidenciado a lo largo de la década de los ’90, la más caliente de la centuria que perimió. Tampoco esconde su satisfacción por la protección brindada y la creación de nuevos espacios verdes urbanos en toda la nación y por último anuncia la creación de un »fondo ambiental» de US$3,000 millones de dólares inicialmente, para lo cual solicitaba la aprobación de los señores congresistas, a los cuales instaba diciéndole que era »la inversión más duradera y el mejor regalo que se le hace a nuestros hijos» 

Por su parte Africa entera anuncia al mundo su decisión de conservar al menos el 20 por ciento de su territorio continental, con un compromiso mínimo de un 15 por ciento por país y de un 25 por ciento para los territorios isleños. En el quincuagésimo aniversario de su creación, la Unión Mundial para la Naturaleza insta a los gobiernos del mundo, a las instancias sociales organizadas y a los ciudadanos del mundo a defender la naturaleza como garantía de una vida más placentera y como póliza anticipada de seguro de vida para las generaciones futuras. 

Todo esto está ocurriendo en el mundo, desde las naciones más ricas hasta las más pobres, mientras aquí ocurre todo lo contrario, se lucha por la desprotección, se tratan de reducir los espacios naturales creados durante los últimos 70 años del siglo pasado y se margina toda acción conservacionista que pueda ponerle condiciones al turismo depredador y a la inversión extranjera que se sustenta en la explotación de la naturaleza.

por Eleuterio Martínez 
Publicado originalmente en el Listin Diario del 8 de febrero del 2000