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miércoles , noviembre 13 2024
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Preocupan distorsiones en contrato de Loma Miranda

¿Camina el país hacia su más radical depredación ambiental?

La relativa facilidad con la que el Estado dominicano está aprobando concesiones mineras, quizá ignorando las consecuencias de la actividad de la empresa beneficiada, comienza a preocupar seriamente a la opinión pública.

En esta ocasión toca a Loma Miranda, entorno acuífero, de fauna y flora de la zona, única en el área del Caribe, localizada en Bonao, provincia Monseñor Nouel, que sería explotada por nuevas empresas mineras ante la extinción de la vida útil de las existentes, y solo espera la aprobación gubernamental. Las protestas de diversos grupos comunitarios y ambientalistas no se han hecho esperar.

Cincuenta años de explotación de ferroníquel por la empresa canadiense Falconbridge han dado por resultado la disminución gradual de la vida útil de esta mina, que fue adquirida en 2007 por Xstrata PLC, una compañía de capital suizo que en 2005  obtuvo un pequeño porcentaje de participación en el capital del conglomerado minero.

Las minas actualmente bajo explotación comprenden las lomas Peguera y Ortega; adicionalmente, FALCONDO trata de conseguir el permiso de explotación de Loma Miranda, proyecto del que se dice se han manipulado cifras para presentarlo como ambiental y económicamente rentable para el país. Su viabilidad se extendería por 20 años, afirma la empresa, pero especialistas opinan que ese plazo iría tan solo de tres años, mínimo, y cinco años, máximo.

Al menos de esto está convencido el abogado e investigador Rafael Puello, quien afirma que las cifras relativas al proyecto de explotación de Loma Miranda han sido manejadas. Él trata de demostrar lo que denomina “trama monstruosa” de mentiras orquestada en Falcondo, con el apoyo y confabulación de su casa matriz, Xstrata PLC.

La relación impacto ambiental y beneficios económicos, expresada en generación de impuestos, empleos y otros beneficios marginales, constituyen el atractivo principal para un gobierno que, aparentemente, desconoce el procedimiento para transparentar este tipo de negociaciones.

Así las cosas, la firma de este convenio, según la empresa minera, generaría más de mil millones de dólares de beneficios para el Estado en tan sólo 20 años. Pero según Puello, lo que no se ha dicho es “que los beneficios se generarían  solamente por tres años y que a los precios actuales del petróleo, implican entre 80 y 90 millones de dólares. Empero, el costo de la depredación de las fuentes naturales, flora, fauna, y el precio de la contaminación, deberían decidir al gobierno a dar una respuesta negativa”.

Al hablar del petróleo que consumirá la minera, Puello alude a la decisión de FALCONDO de comprar energía a una empresa distribuidora, en lugar de producirla para el proceso metalúrgico, como ha hecho por 50 años, durante los cuales, incluso, ha vendido el excedente al gobierno y a empresas privadas.

Ante la presunta ignorancia gubernamental, Puello sugiere que antes de aprobar el proyecto de explotación minera, las autoridades soliciten el plan de extracción y explotación de los recursos de Loma Miranda. El documento describe la manera y tiempo en que se utilizarán los recursos y la verdadera duración del proyecto, así como el plan de cierre de mina que la empresa matriz Xstrata, PLC, tiene para República Dominicana.

De acuerdo a sus normativas, añade, la empresa de capital suizo debe preparar un plan de cierre de minas en todo el mundo, “en el que debe dejar claramente establecido cuándo va a cerrar y cómo va a cumplir con sus obligaciones para dejar todo como estaba antes de su incursión”. Es decir, definir de manera clara si va a salir del país en el 2015 o en el 2033, como dicen los ejecutivos locales de FALCONDO que ocurrirá.

Cree además que esos documentos “críticos” deben solicitarse a la casa matriz y no a FALCONDO, que podría manipularlos o adulterarlos, lo que no sucedería con Xstrata PLC porque “este es un documento que se reporta a los supervisores de las bolsas de valores de Estados Unidos y Europa”, y  se actualiza anualmente.

7días.com.do consultó a ejecutivos de Falconbridge Dominicana en torno al problema,  y la respuesta de Antonio García, gerente general de la minera multinacional, es que esos estudios están incluidos en la Memoria de Loma Miranda disponibles en la página web de la empresa.

Esto no pudo ser comprobado por esta reportera cuando en compañía de Luis José López, otro ejecutivo de FALCONDO, intentó acceder al mencionado website. López dijo entonces que el gran volumen de información contenido en el informe impedía en ese momento el acceso rápido a él, y se comprometió a enviarlo por la vía del correo electrónico. Estamos a la espera.

Puello también sugiere que el gobierno dominicano exija, como lo hacen otros,  una garantía en forma de bonos o documentos bancarios cuando una mina está llegando a su fin, de manera que el Estado pueda protegerse de una salida rápida del país de la empresa, lo que está establecido en convenios internacionales que adquieren fuerza de ley cuando son ratificados localmente.

En este caso, antes de firmar el contrato, amplía,  el país debe pedir a FALCONDO dicha garantía pues, aparentemente, está muy cerca el cierre de la mina y la recuperación del área afectada costaría millones de dólares que tendrían que pagar los dominicanos.

¿Qué se esconde tras el proyecto Loma  Miranda?

Las investigaciones realizadas por Puello a partir de las memorias y documentos de las empresas Falconbridge Dominicana (FALCONDO)  y Xstrata, PLC, revelan los vicios en que habrían incurrido al elaborar las cifras relativas a las reservas minerales del proyecto Loma Miranda.

El investigador se apoya en documentos e informes de ambas empresas en los que se describe una serie de actividades y acciones llevadas a cabo para demostrar la viabilidad del proyecto de extracción y explotación de Loma Miranda, como el “Proposed Acquisition of Falconbridge Limited-Circular and Notice of Extraordinary General Meeting”, de mayo de 2006, que en su página 63 indica que “las reservas minerales de Falcondo consistían en 54.3 millones de toneladas de minerales, de los cuales el 1.19 por ciento era de níquel; y las reservas adicionales (Loma de Miranda) en ese momento eran de 13.8 millones de toneladas de material, con un 1.53 por ciento de níquel, pero otro informe de ese mismo año, revela que Loma Miranda fue perforada en los años ochenta y de acuerdo a los estudios realizados en esa época tiene 12.4 millones de toneladas de reservas minerales, con un contenido de níquel equivalente a 1.58 por ciento (muy similar a la cifra que se indica en el documento anteriormente referido)”.

En el  “Informe Anual de Xstrata PLC relativo al 2008”, se dice en la página 68, citada por el investigador, que  “después de un intensivo programa de perforaciones en Loma Miranda las reservas minerales estimadas para dicha zona aumentaron un 50 por ciento, significando en consecuencia, un total de 22.8 millones de toneladas (sin especificar el porcentaje de contenido de níquel)”, operación imposible de realizar en pocos meses, ya que este proceso es de varios años.

La respuesta del gerente general de FALCONDO es que el proyecto de exploración es muy sencillo para la industria minera porque se hace en base a la cantidad de mineral encontrado en una zona específica. “Se llevan a cabo perforaciones en distintos lugares de la zona, se saca el material y se analiza”. Eso fue lo que se hizo en 2008, apunta, y los resultados están publicados en el informe anual de cuentas, disponible para quien lo solicite.

Lo cierto es que, según explican los expertos de la empresa minera, mientras más se reduce el área de exploración de minerales en una zona, mayores serán las probabilidades de exactitud en la cantidad del mineral que se busca, en este caso el níquel. “Es un proceso normal en la industria minera de ir incrementando el estudio y el sondeo e ir ajustando la cantidad de toneladas estimadas del mineral que existen”.

Puello, quien avala su posición en el informe anual de Xstrata PLC de 2007, que expresa que “Falcondo ya había realizado estudios en 2007 en Loma Miranda, concluyendo que los recursos minerales eran de 15.2 millones de toneladas, con un contenido de níquel equivalente a 1.56 por ciento, muy cercano a los datos arrojados por las perforaciones realizadas durante los años ochenta”, asegura que “es falso que Falcondo durante el 2008 haya llevado a cabo un programa intensivo de perforaciones sobre el área de Loma Miranda, tal como lo establece el ‘Informe Anual de Falconbridge Dominicana 2010’, en su página. 22”, ya que es imposible que una zona que abarca casi 14 millones de metros cuadrados pueda ser perforada en tan solo cinco meses.

Infiere el investigador que Xstrata PLC pretendía hacer ver a los mercados internacionales en los que cotiza que durante todo el 2008 perforaría en la referida zona, como lo establece el informe presentado a sus accionistas en el primer semestre de ese año, en el que sostiene haber adquirido en su totalidad la propiedad de las tierras de Loma Miranda y que las perforaciones ya estaban en curso.

Según explica el investigador, esas informaciones le hacen dudar por cuanto en los Estados Unidos como en Europa es un delito castigado drásticamente ofrecer informaciones distorsionadas a los mercados de valores porque induce a miles de inversionistas a tomar decisiones erradas. Por lo tanto, la Stock Exchange Comission (SEC), organismo regulador de estas operaciones en los Estados Unidos, y  el organismo equivalente en Europa, deberían ser informados.

“Resulta obvio,  pues, que los ejecutivos de Xstrata PLC y su filial Falcondo han manipulado las cifras sobre las reservas minerales de Loma Miranda. Con ello ocultan la verdadera vida útil de las operaciones en esta montaña y, quizás, la vida de las operaciones globales de FALCONDO”.

Esto, dice, “les permite vender mejor el proyecto ante la opinión pública y el gobierno y argumentar, como en efecto han hecho,  que el daño ambiental es mínimo y  merece la pena, pues gracias a Loma Miranda estarían creando empleos y pagando impuestos al Estado por 20 años más”.

García, el gerente general de FALCONDO ofrece su propia explicación al respecto. Plantea la necesidad de que en este caso se estudien diferentes frentes para poder producir el ferroníquel, porque cada uno tiene concentraciones diferentes del mineral y sin Loma Miranda, que es un frente minero rico tanto en hierro como en níquel, la vida útil de la mina sería “no de 15 años, sino mucho menor, es decir, quizás estaríamos hablando de cinco años, no porque se agote el níquel, sino porque no habrían todos esos minerales necesarios para la conversión a ferroníquel”.

Abunda que “sin Loma Miranda, quizás la mina no tenga más de cinco años de vida, es decir, que Loma Miranda lo que le da es cinco años de mejora en la productividad, así como a la ley de níquel,  es decir 20 años de extinción a la vida de la mina”.

Sin embargo, el Informe de Operaciones 2008, presentado por Ian Pierce, jefe del gerente general de FALCONDO, en su página 9 dice que la vida actual de la mina es de 15 años, sin considerar el proyecto Loma Miranda, y de 20 años tomando en cuenta dicho proyecto, lo que evidencia contradicciones entre los ejecutivos de FALCONDO y  su superior.

No obstante, los ejecutivos de FALCONDO reiteran que no se trata de un asunto de resta de recursos minerales, sino que Loma Miranda actúa como facilitador de “nuestro caso de negocio, porque le permite prolongarse por 20 o 22 años más, porque lo hace económico. Aún cuando quede mineral en la tierra, no tiene sentido si no puede ser extraído económicamente. Loma Miranda permite la mezcla correcta de minerales y componentes para maximizar la eficiencia en la planta de proceso y da robustez a nuestro negocio, que si no es robusto no permite un contrato a largo plazo de electricidad, con lo que la empresa muere, aunque queden recursos minerales en la tierra”.

Y este es, precisamente, el tema de un segundo trabajo de este otro capítulo de entrega a empresas mineras extranjeras y de explotación inmisericorde de nuestros recursos naturales.

Por: Ivonne Ferreras
Vía: 7 Días