P. Profesor, ¿podría indicarnos cuáles son los ríos del Parque Nacional Manolo Tavarez Justo? Se nos ha indicado que la única fuente de importancia es el río Ámina que nace en el Armando Bermúdez.
R. Es cierto que muchas de las fuentes de agua del Parque Nacional Manolo Tavarez Justo son compartidas con el Parque Nacional Armando Bermúdez, porque ambas áreas protegidas están en la vertiente norte de la Cordillera Central, justamente en su porción central, donde más fuentes de agua se originan, pero es en el primero donde esas fuentes de agua forman los verdaderos caudales.
Es en territorios del Manolo Tavarez donde realmente toman cuerpo las siguientes cuencas hídricas; en la parte más oriental, justo en la Loma Higua, nace el Río Inoa, el único río del país que ha revivido, después de haberse declarado en estado de coma en las postrimerías de los años 70 del siglo pasado.
Luego tenemos el Río Ámina que pasa por Manaclas y Diferencia, donde Manolo, nuestro héroe nacional, dejó su impronta en defensa de los más altos valores de dignidad, de libertad y de patria frente a la Tiranía Trujillista; pero son los ríos de El Gallo y Maguá donde se encuentran las alfombras de bosques intocadoso mejor conservados que conserva la Cordillera Central y que le brindaron albergue a Manolo y sus compañeros en aquellos instantes cruciales de nuestra historia.
Más adelante, esta unidad de conservación escogida para honrar su memoria, posee los ríos Cenovíy La Cidra, que conforman el mismo centro de esta área protegida, pero el río central o la fuente de agua de mayor relevancia, es el Río Mao, cuyas aguas son las que alimentan el embalse de la Presa de Monción. Son dos ríos los que sostienen esta presa: Magua por el Este y Mao por el Oeste.
Pero en su extremo occidental, el parque nacional Manolo Tavarez Justo también le brinda albergue una cuenca que había sido totalmente depredada y aún sigue siendo agredida por la zona de Corosito y el Dajao, es la del Río Guayubín, uno de los ríos emblemáticos de la Línea Noroeste.
Este parque nacional garantiza la vida de la agricultura y el suministro de agua de las cuatro provincias de la Línea y encierra el mayor potencial para su desarrollo. Allí están cifradas las esperanzas del porvenir de la Sierra y el Cibao Occidental.
Vía: Hoy