El esplendor de los arrecifes de corales y las huellas de importantes acontecimientos históricos pueden ser encontrados al recorrer los Parques Nacionales Submarinos de La Caleta y Montecristi.
En el marco de este especial, mostramos los elementos característicos de estas áreas protegidas marinas ubicadas en el mar Caribe y el océano Atlántico.
La Caleta
Su valor turístico, sobre todo para buceo en la provincia Santo Domingo, así como la conservación de arrecifes de coral y su vinculación con hechos históricos fueron algunas de las motivaciones para la creación del Parque Nacional Submarino La Caleta.
El área protegida surge mediante el decreto 1026-86-249, emitido en 1986 por el entonces presidente Joaquín Balaguer. La ordenanza señalaba en su primer considerando que el área submarina sufría desde hace años un gran deterioro en su fauna y flora, «a consecuencia tanto de la sobrepesca como de las extracciones indiscriminada de corales y otros organismos marinos».
La Caleta se extiende a lo largo de unos cinco kilómetros de costa en dirección norte-sur, con una superficie de 12.1 kilómetros cuadrados. El espacio, que se encuentra en pleno mar Caribe, está conformado por rocas del periodo Mioceno sobre las que crecieron corales en la era Cuaternaria.
Los arrecifes
De acuerdo a la «Guía Ecoturística del Sistema Nacional de Áreas Protegidas«, la zona abarca un área de arrecifes de coral en el Oeste de cabo Caucedo. «En el área protegida encontramos tres barreras arrecifales a profundidades de entre 10 y 50 metros. La profundidad máxima del parque es de 150 metros», indica la publicación.
El ecosistema de arrecife sirve como hábitat de diversas especies, desde jureles (Caranx ruber), pargos, meros, barracudas (Sphyraenea barracuda), moluscos, crustáceos hasta tortugas de carey (Eretmochelys imbricata).
Atractivo turístico
Rubén Torres, de Reef Check, organización que desde 2008 a 2019 fue parte del comanejo y administración del parque, destacó que el hundimiento de varios barcos en la zona ha servido como atractivo turístico para el buceo.
Uno de los barcos que se encuentra en las profundidades del parque submarino es el Hickory, hundido dos años antes de la declaración de la zona como área protegida, que se convirtió en refugio de diversas especies marinas.
Torres también destacó el valor cultural del parque. «Desde el punto de vista cultural fue escenario de varios asentamientos taínos en varias épocas; hay un cementerio taíno. La declaración del parque fue cultural, además de ambiental», señaló.
En junio de 2023 el gobierno dominicano inició los trabajos de reconstrucción del parque nacional, con una inversión de 395 millones de pesos.
Las autoridades informaron sobre la construcción de un paseo conmemorativo a los países de América y el Caribe, que contempla el remozamiento de 44 monolitos, ubicados en la Ruta 66, y la salida del Aeropuerto Internacional de Las Américas.
La intervención paisajística contará de igual forma con la construcción de nuevos senderos peatonales, estacionamientos, plazas, zonas de esparcimiento, miradores, área de recreación infantil, y un módulo de pérgolas para vendedores.
Monte Cristi
Extendiéndose a lo largo de unos 60 kilómetros de costa y una superficie de 180 kilómetros cuadrados, el Parque Nacional Submarino Montecristi es el escenario de una gran proporción de los arrecifes coralinos más representativos de República Dominicana.
El territorio del área protegida actual era parte del Parque Nacional de Montecristi, que surgió a través del decreto presidencial 1315 de agosto de 1983, pero eliminado por la Ley Sectorial de Áreas Protegidas de 2004, que dio paso al Submarino de Monte Cristi en la categoría dos, reservada para los Parques Nacionales.
Los límites del parque inician en la costa oeste de El Morro, de la provincia fronteriza de Montecristi y concluyen en la zona oeste de Punta Rucia. Referente a las especificaciones geológicas, el parque está conformado por rocas del periodo Mioceno, sobre las que se formaron corales desde hace dos millones de años.
El territorio que alberga el parque submarino, Montecristi, cuenta con un clima semiárido con temperatura media de 26 grados Celsius. Es un espacio dominado por los vientos alisios que proceden de las regiones Noreste y Este. El promedio de precipitaciones anuales es de 700 milímetros.
Flora y fauna
El parque submarino alberga fanerógamas marinas, plantas que crecen en las praderas. Esta especie originalmente de formaba en el medio terrestre, sin embargo, hace millones de años se adaptaron a habitar en el medio marino.
Estas plantas cumplen un rol esencial, puesto que sirven para la cría y alimentación de diversas especies de peces que habitan en el arrecife, como los jabones (Rypticus saponaceus), loros (Scarus vetula) y pargos (Bodianus cyanopterus).
El Parque Submarino de Montecristi es el hogar de la tortuga carey (Eretmochelys imbricata) y decenas de moluscos y las centollas (Mithrax spinossimus) y langostas (Panulirus argus).
Excavaciones arqueológicas
El área protegida ha sido empleada para excavaciones arqueológicas de varios barcos que han naufragado en la zona. Es el caso del barco de las Pipas, que se hundió en esa parte del Atlántico en el siglo XVII.
Algunas embarcaciones ubicadas en el fondo del parque han sido nombradas de acuerdo al material que transportaban, es el caso del barco de las tejas, cañones, cristales, balas de mosquete, entre otros.