Otro grupo, compuesto ahora por más de 150 dominicanos que recibe entrenamientos en la multinacional canadiense Barrick Gold se intoxicó en el interior del área de la planta minera que explota los sulfuros y yacimientos de oro de la provincia Sánchez Ramírez.
Para no despertar sospechas y evitar comentarios inmediatos, los ejecutivos de la compañía llamaron a los médicos y el personal para-médicos de un centro clínico de Cotuí que atendieron a los pacientes en un área preparada por la empresa para casos de emergencia.
A las personas intoxicadas no se les permitió salir del área de la empresa e inmediatamente la vigilancia en las salidas de la misma fue redoblada, con un personal provisto de armas largas. Este grupo de intoxicados se agrega a otro compuesto por peruanos que sufrió intoxicación hace un promedio de dos meses.
El personal comenzó a sentir dolores estomacales, poco después del almuerzo compuesto por arroz, habichuelas rojas, carnes y ensaladas, pero una señora que resultó intoxicada informó que cree que se debió al agua que el personal consumió y que, supuestamente estaba contaminada.
Este personal que estaba alojado en cinco aulas, es entrenado por una empresa contratista extranjera.
Los ejecutivos de la empresa extranjera han manejado todo esto con cierto hermetismo y no permiten el paso de los periodistas al interior de las aulas donde el personal dominicano recibe los entrenamientos para fines de contratación laboral.
Un silencio de cementerio domina el ambiente del interior de la empresa y nadie se atreve hablar, a comentar ni a tratar el tema del grupo de intoxicados, supuestamente con un material químico especializado que se utiliza en la operación de extracción de los sulfuros.
Los vómitos y diarrea que afectaron a los intoxicados provocaron un mayúsculo desorden entre los afectados, ya que los baños eran insuficientes para todo el personal.
Algunas de las mujeres y hombres desesperados con los dolores, tuvieron que defecar en el área trasera de la empresa y a otros no les dio tiempo y tuvieron que hacerlo en sus ropas. “Todo esto fue un desastre” expresó muy acongojada una dama que recibe entrenamientos junto a los demás compañeros procedentes de las comunidades de Piedra Blanca, Bonao, Maimón, Constanza, Cotuí y otros.
A muchos de los intoxicados se les aplicó suero y se informó que algunos fueron despachados y otros quedaron internos en la compañía para ser evaluados. Los entrenamientos están previstos reiniciarse hoy, según el portavoz.
Por: Anselmo Silverio
La Información