Las osas polares preñadas tendrán más dificultades para completar el periodo de gestación debido a la disminución del hielo marino en el Ártico, según un nuevo estudio.
Mientras, el Gobierno de Estados Unidos ha reconocido que las morsas del Pacífico necesitan protección, ya que el hielo de su hábitat se está derritiendo.
El hielo del Ártico alcanzó en 2010 su tercer nivel más bajo y llegó en enero al menor nivel de todos los tiempos.
Debido a que el Ártico es un factor importante en el clima de la mayor parte del hemisferio norte, estos cambios han sido señalados como la causa de las fuertes tormentas en algunas de las zonas más densamente pobladas del mundo.
Los osos polares dependen del hielo marino como plataforma para la caza de focas, esenciales para su dieta, y la disminución del hielo podría hacer descender la población de esta especie, según un estudio publicado por la revista Nature Communications.
El estudio predijo que si el hielo se derrite en el mar un mes antes de lo habitual, entre el 40 y el 73 por ciento de las osas polares preñadas podrían no concluir el proceso de gestación.
Si el hielo marino desaparece dos meses antes de lo normal, los pronósticos se elevan hasta entre el 55 y el 100 por ciento.
En caso de que esta tendencia continúe, «la falta de reproducción podría poner en peligro la viabilidad de la población», escribieron los autores de la investigación.
Un grupo mixto de organizaciones ambientales, científicas y académicas ha apoyado estas conclusiones.
Los osos polares están clasificados en la categoría de «amenazados» bajo la Ley de Especies en Peligro de Extinción de Estados Unidos, y su hábitat de hielo ha sido catalogado como «crítico», lo que les ofrece una protección adicional.
Sin embargo, los conservacionistas temen que el calentamiento global acelere la desaparición del hielo marino en el Ártico, por lo que los osos polares podrían correr un serio peligro.
Las morsas, que habitan en la costa de Alaska, entre otras áreas, utilizan la superficie del hielo marino para dar a luz, amamantar a sus crías y escapar de sus depredadores.
«El Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos ha concluido que la pérdida de hielo en el mar dará lugar a una disminución de la población (de las morsas) y es una amenaza para las morsas del Pacífico en el futuro», dijo la agencia en un comunicado.
El año pasado, la disminución del hielo del Ártico provocó que entre unas 10.000 y 20.000 morsas del Pacífico llegaran a tierra, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.