El Ing. Osiris de León, Coordinador de la Comisión de Ciencias Naturales y Medio Ambiente de la Academia de Ciencias de la República Dominicana, dijo hoy que las declaraciones del Ministro de Industria y Comercio, Monchi Fadul, no hacen otra cosa que confirmar que la enmienda al Contrato de la Barrick Gold, para la explotación del oro, la plata, el cobre y el cinc, de Pueblo Viejo, Cotuí, es un engaño a la nación dominicana, porque Fadul admite que los beneficios de ese contrato no se verán en el corto plazo, y que eso mismo es lo que han dicho quienes han objetado ese contrato desde el mismo momento en que esa enmienda fue aprobada por el Congreso Nacional, en noviembre pasado.
Ciertamente los beneficios de ese Contrato, tal y como lo señala el Ministro Fadul, no se verán en el corto plazo, ni nunca, porque de acuerdo al artículo 8.4 del contrato esos beneficios están condicionados a que la empresa minera Barrick Gold primero haya recuperado toda su inversión y haya obtenido una tasa interna de retorno de 10%, y para nunca llegar a recuperar la inversión, ni la tasa interna de retorno de 10%, la empresa ha inflado la inversión, desde los 330 millones de dólares originalmente definidos por la Placer Dome, hasta los US$700 millones anunciados por la Barrick en el palacio nacional en fecha 28 de mayo de 2008, y desde ahí hasta los 3,000 millones de dólares que Barrick anuncia hoy, dijo Osiris de León.
Explicó que si usted va a un banco comercial y toma un préstamo de 500 millones de dólares para una extracción minera, y logra que los funcionarios de ese banco acepten una cláusula donde se dice que usted va a comenzar a pagar ese préstamo cuando usted comience a obtener beneficios, evidentemente que usted nunca tendrá ningún interés en reportar beneficios para nunca tener que pagar ese préstamo, porque usted está protegido legalmente con esa cláusula contractual, y que ese es el mismo caso de la Barrick Gold, la cual está protegida con las cláusulas del artículo 8.4 del contrato, las que le permitirán a la Barrick no tener que pagar nada de las utilidades netas hasta no recuperar su inversión.
Osiris de León dijo que si en este país hubiese un Congreso independiente, los funcionarios gubernamentales que firmaron ese contrato que engaña al pueblo dominicano, entre ellos el Ministro de Industria y Comercio, ya hubiesen sido interpelados por el Congreso, y que Fadul es uno de los firmantes de ese contrato a sabiendas de que la modificación constituía una estafa en contra de la nación fruto de la eliminación del 25% de participación en las utilidades netas.
Consideró que las declaraciones de Fadul en el sentido de que “ha faltado información a la población” y que la empresa Barrick tiene que hacer una inversión publicitaria en los medios de comunicación “para que la población reciba las informaciones adecuadas”, porque “los medios de comunicación son el único medio disponible, no hay otro, que yo conozca”, constituyen una insinuación pública para que la Barrick salga a sobornar a los periodistas y comunicadores que han expresado su desacuerdo con ese contrato, pero que aunque el gobierno peledeísta es experto en sobornar a opositores y a críticos, no todo el mundo está en el mercado de compra y venta de conciencia y que en este país quedan muchos comunicadores muy serios.
También expresó que lo dicho por Fadul en relación a que la Barrick ha generado más de cuatro mil empleos en la zona, es una expresión incompleta, porque a Fadul le faltó decir que la mayor parte de los empleados de la Barrick son peruanos, cuyo estatus legal y laboral en nuestro país es desconocido, y que eso quedó evidenciado la pasada semana, con la intoxicación de cientos y cientos de trabajadores peruanos, fruto de la inhalación de gases tóxicos, donde de cada 65 intoxicados, 64 eran peruanos y sólo uno era dominicano.
Osiris le recordó a Fadul que el Gobierno no es dueño de los recursos mineros dominicanos, y que si la Barrick quiere explotar esa mina de oro, debe firmar un nuevo contrato donde se comprometa a pagar, desde el mismo primer año de producción, el 50% de los beneficios netos, y asumir todos los pasivos ambientales, o volver al contrato anterior. De lo contrario, a la Barrick sólo le quedará el camino de marcharse del país, porque la Barrick compró voluntariamente un contrato que luego no cumplió.