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Si las autoridades municipales del Gran Santo Domingo deciden descartar al vertedero de Duquesa para depositar los desperdicios, las opciones territoriales que tendrían para instalar un nuevo vertedero, son limitadas. El Plan Maestro para el Manejo Integral de los Residuos Sólidos, realizado por la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (Jica) para la Mancomunidad del Gran Santo Domingo, sólo ubicó dos alternativas: un terreno de 150 hectáreas ubicado en el kilómetro 22 de la carretera que va de Villa Mella a La Victoria, y otro en el poblado de Mal Nombre, de tan solo 56 hectáreas, también en la zona de La Victoria.
La Mancomunidad integra a los municipios del Gran Santo Domingo: Santo Domingo Este, Boca Chica, Guerra, Santo Domingo Oeste, Los Alcarrizos, Pedro Brand, Santo Domingo Norte y el Distrito Nacional, así como Haina, San Cristóbal y Nigua. En conjunto estas demarcaciones concentran más del 4,5% del territorio nacional, acogen alrededor del 40% de la población, y generan 60% del Producto Interno Bruto del país. Por igual, son las que producen más desperdicios: casi 4,000 toneladas diarias, según el informe de la agencia japonesa.
La Jica recomienda que la basura que se produce en la Mancomunidad -incluidos los municipios Haina, San Cristóbal, Nigua, Boca Chica y Guerra- se deposite en un solo destino final, y que se construyan siete estaciones de transferencia, para permitir el depósito temporal de la basura, simplificar su transporte y potenciar el reciclaje. De los dos espacios recomendados por la agencia internacional, el más viable -según se deduce del plan- es el del kilómetro 22, no sólo por una mayor extensión de terreno, sino porque el suelo tiene características impermeables, lo que impediría que se filtren a la superficie las aguas contaminantes que se desprenden de la basura.
De acuerdo con el informe, en el kilómetro 22 sólo habría riesgos de contaminar las aguas superficiales, y no las subterráneas, como ocurre actualmente en Duquesa, y como pasaría en Mal Nombre, si no se toman correctivos previos.
En la tabla de valoración realizada por los expertos, el solar del kilómetro 22, obtuvo 83 puntos, frente a 57 de Mal Nombre y 63 de Duquesa. Destacó por no tener pasivo ambiental, por poseer una barrera geológica y un profundo nivel freático (según el estudio, a 20 metros de profundidad no se encontró indicios de agua); además, de que está más lejos de las poblaciones que las otras dos opciones.
De las palabras a los hechos
Plasmado en papel, el plan es casi perfecto. Pero llevarlo a la práctica no es tan fácil. Onofre Rojas, director ejecutivo de la Mancomunidad refiere varios problemas: Primero, tomar la decisión requiere del conjunto de los integrantes de la Mancomunidad, y en segundo lugar está el tema económico, el más espinoso.
Y es que instalar un relleno sanitario como se pretende, conlleva una gran inversión, pero especialmente lo que más cuesta es su mantenimiento.
Ante la incapacidad que presentan los cabildos para lograrlo, propone que sea una decisión de Estado. «Yo pienso que para lo que sería la inversión inicial que hay que hacer en este proceso, podemos procurar un financiamiento blando, que los hay y buenos. Aquí la gente sataniza los financiamientos, y no. Hay financiamientos que son necesarios y que son buenos. Nosotros hemos ido explorando, y hay opciones que te plantean financiamiento a cuarenta años. Hay financiamientos que te plantean a una tasa de cero punto cinco anual y diez años de gracia», detalla.
En el Plan Maestro se plantea que el manejo de la basura sea una acción mancomunada, y para ello sugiere la creación de una empresa que maneje la parte administrativa de manera profesional y que pueda tener la capacidad de subcontratar, a otras más especializadas.
Además de subcontratar servicios, esta empresa, de acuerdo con la propuesta, crearía un fideicomiso para manejar el dinero de la Mancomunidad, comandaría el sistema de disposición final (vertedero, relleno sanitario y las estaciones de transferencias), y tendría a su cargo el sistema de comunicación y la organización de los recicladores.
Rojas piensa que una buena oportunidad para plantear la intervención del gobierno en este tema, es a través del pacto por la municipalidad, propuesto por el presidente Danilo Medina, cuyo borrador está adelantado, según dijo Domingo Contreras, enlace del Poder Ejecutivo con los municipios. Se espera que pueda firmarse este año.
Y es que según entiende, si el país logra resolver el problema de la basura en el territorio de la Mancomunidad, que es el 4,5%, «estaríamos resolviendo el 60% de los desechos sólidos» del país. «Es decir, si se resuelve aquí, será muy fácil resolverlo en el resto del país», afirma, el técnico.
Nueva ley y política nacional
Además de voluntad política, el director de la Mancomunidad entiende que hace falta una nueva legislación, que norme todo el sistema a incorporar. Actualmente, el Congreso Nacional tiene en estudio un anteproyecto de ley, sobre los desechos sólidos, que según se entiende, ayudaría a clarificar mejor este grave problema.
Por su parte, el Ministerio de Medio Ambiente anunció que en los próximos días presentará, junto a técnicos de la Jica, la «Política Nacional de Manejo de Desechos Sólidos», que, según el ministro Bautista Rojas, «contendrá todos los elementos necesarios para un manejo adecuado de los residuos sólidos a nivel nacional.
Seis estaciones más
El Plan Maestro señala que lo ideal sería construir seis estaciones de transferencia de basura, y ampliar la única que existe, ubicada en el Distrito Nacional. Las nuevas estaciones estarían en San Cristóbal, Boca Chica, Guerra, Santo Domingo Este, una para Santo Domingo Oeste y Los Alcarrizos, y otra en Pedro Brand. La capacidad de almacenamiento sugerida para estas estaciones va desde las 150 toneladas, hasta las 3,000 toneladas.
Vía: http://www.diariolibre.com/
