Siete países podrían perder su capacidad de comerciar legalmente decenas de miles de especies silvestres luego que delegados de protección del medio ambiente de Naciones Unidas acordaron hoy sancionarlos por no contar con regulaciones severas o no haber reportado actividades de comercio de fauna y flora.
Las suspensiones contra las siete naciones —Paraguay, las Comoras, Guinea-Bissau, Nepal, Ruanda, las Islas Salomón y Siria— fueron aprobadas por consenso y entrarían en vigor el primero de octubre.
Con esto se evitaría que los países comercien legalmente cualquiera de las 35 mil especies reguladas por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) conformada por 175 países, dijo Juan Carlos Vásquez, vocero de la agencia de Naciones Unidas que administra el acuerdo.
Las delegaciones que durante toda la semana participan en las reuniones de CITES, un acuerdo supervisado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNUMA, acordaron en Ginebra suspensiones comerciales en Paraguay, Comoras, Guinea-Bissau y Ruanda con base en su falta de leyes nacionales para regular la lucrativa venta de flora y fauna silvestre.
Los asistentes a la reunión en Ginebra también acordaron suspensiones comerciales contra Guinea-Bissau, Nepal, Ruanda, las Islas Salomón y Siria por no haber reportado adecuadamente las medidas que toman para regular el comercio de vida silvestre, tal como lo exige el tratado del CITES.
Para evitar las sanciones y ante la posibilidad de perder millones de dólares en actividades comerciales, autoridades de los siete países deben ahora redactar la legislación requerida o entregar sus reportes anuales faltantes al CITES para el 1 de octubre.
De acuerdo con el CITES, cerca del 97% de las especies reguladas son comerciadas para alimentación, combustible, productos forestales materiales de construcción, vestimenta, ornamentos, atención médica, artículos religiosos, colecciones, trofeos de cacería y otros deportes. La venta del 3% restante por lo general está prohibida.
Se espera que los delegados analicen el viernes un tema aún más polémico: un llamado a reanudar el comercio legal de marfil con el fin de frenar el reciente incremento de la caza furtiva de elefantes en África.