Luego de varios meses de angustiosa espera, finalmente la mañana del jueves
26 de noviembre la oficina de Santo Domingo del Sistema de las Naciones
Unidas dió a conocer los resultados y recomendaciones sobre la pertinencia
de la instalación de una planta de procesamiento de cemento en la comunida
de Gonzalo, próximo al Parque Nacional de Los Haitises y que afectaría la
formación Kárstica que prevalece en la zona.
En su informe, leido ante decenas de sectores convocados para tal fin, la ONU expresa que este Proyecto no es pertinente ni viable.
El mismo fue recibido en primer lugar con júbilo por parte de los
ambientalistas representados allí, quienes se mostraron esperanzados en que
el gobierno Dominicano mantenga su palabra de respetar y acoger las
recomendaciones de los organismos de las Naciones Unidas, sobre uno de los
temas más controversiales de los ultimos tiempos en todos los estamentos del país.
A continuacion la nota de prensa emitida en el encuentro:
El proyecto de la cementera en Gonzalo no es viable ni pertinente
(Santo Domingo, 26 de noviembre de 2009) La Coordinadora Residente del Sistema de Naciones Unidas, Valerie Julliand, y Juan Mayr, Coordinador de la Misión, presentaron hoy el informe sobre el proceso técnico y legal de otorgamiento de la Licencia Ambiental DEA No. 0157-09 al Consorcio Minero Dominicano para instalar una fábrica de cemento en el Distrito Municipal de Gonzalo, provincia de Monte Plata, así como la viabilidad y pertinencia de la industria en la zona, según el pedido realizado por el Gobierno dominicano en Junio de 2009.
Le acompañaron en la presentación Ricardo Sánchez, Oficial Principal del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA); Cristina Nogueira, Representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) en República Dominicana: Deep Ford, Representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en República Dominicana; Mauricio Ramírez Villegas, Representante Adjunto del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en República Dominicana; así como Eduardo Vadillo Sánchez, especialista en Impacto Ambiental y Florencia Hastings, especialista en Derecho Ambiental, ambos miembros del equipo de expertos que participaron en la Misión.
Antecedentes
La misión de evaluación estuvo conformada por un equipo de expertos internacionales de alto nivel que fueron seleccionados con el apoyo de las siguientes agencias del Sistema de las Naciones Unidas: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA); Organización Panamericana de la Salud y Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS); Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Las áreas de la evaluación abarcaron las siguientes disciplinas: derecho ambiental; hidrogeología y acuíferos kársticos del Caribe; biodiversidad y áreas protegidas; ordenamiento ecológico del territorio; salud pública y ambiental; patrimonio cultural; y aspectos sociales y económicos.
Asimismo, se definió una metodología incluyente y participativa. En el proceso se tomaron en cuenta las opiniones de todos los interesados que contribuyeron con exposiciones en las jornadas informativas, consultas públicas, reuniones técnicas de trabajo, entrevistas y visitas de campo. Durante el periodo de consultas representantes de diferentes agrupaciones e instituciones entregaron más de 70 documentos a la misión de expertos quienes además revisaron más de 150 referencias bibliográficas. En total, más de 550 dominicanos y dominicanas, adultos, jóvenes, niñas y niños tomaron parte de este proceso.
Para la evaluación legal, se revisó toda la documentación relacionada con el proceso de otorgamiento de la Licencia Ambiental DEA No. 0157-09 entregada por la SEMARENA así como la legislación minera, ambiental y de patrimonio cultural, entre otras.
Desde cada una de las áreas temáticas estudiadas en esta evaluación se realizó un análisis técnico a partir de información verificable, con el fin de determinar la viabilidad del proyecto en la zona propuesta. De igual manera, se procedió a evaluar la pertinencia del mismo, analizando su congruencia con el marco legal y las convenciones internacionales suscritas por la República Dominicana, así como la sostenibilidad ambiental, las necesidades de la población local y nacional y los requerimientos de desarrollo del país para el mediano y largo plazo.
Resultados de la evaluación
Con respecto a la evaluación técnica se concluyó que el proceso no cumplió con el rigor técnico y científico dada la complejidad del caso. El Estudio de Impacto Ambiental debió incluir análisis esenciales e imprescindibles, como los relativos al impacto sobre la salud humana y sobre el patrimonio cultural, y todos los posibles impactos ambientales debieron ser identificados y evaluados.
Con respecto a la evaluación legal, dada la particularidad del caso, se concluyó que se cumplieron los requerimientos establecidos en la Ley. Sin embargo, no se observaron adecuadamente todos los principios del marco legal ambiental, en particular, el Principio de Precaución que establece la Ley No. 64-00 y de la Convención de Rio, el cual, en este contexto, adquiere vital relevancia para evitar daños irreversibles al medio ambiente.
Considerando el análisis de los factores físicos, biológicos y culturales de la región; las afectaciones al medio ambiente; el alto grado de incertidumbre del impacto del proyecto sobre la estabilidad geológica de la región, sobre el paisaje y fundamentalmente sobre los acuíferos, superficiales y subterráneos, de la zona kárstica de los Haitises; y teniendo en cuenta el principio de precaución que establece que, frente a la incertidumbre, no se pueden asumir riesgos porque los daños podrían ser irreversibles, se concluye que el proyecto no es viable en el lugar propuesto.
Finalmente, para evaluar la pertinencia se han ponderado diferentes factores y elementos que indican que los costos y los riesgos del proyecto superan ampliamente los beneficios y las oportunidades. Por ello, se concluye que la instalación de una cementera en la región kárstica de Los Haitises no es pertinente.
En su rol de acompañamiento al Gobierno dominicano, las Naciones Unidas incluyeron un capítulo de recomendaciones orientadas al fortalecimiento institucional, la sostenibilidad ambiental y a mejorar la calidad de vida de las presentes y futuras generaciones.
Las Naciones Unidas saludan la iniciativa del Gobierno dominicano, y en particular de la SEMARENA, de someter su decisión a la revisión de un organismo internacional, ya que ello fortalece la transparencia de la gestión pública. Asimismo, agradecen la confianza depositada por el Gobierno en esta organización.
La Coordinadora Residente del Sistema de Naciones Unidas, Valerie Julliand, se congratuló por el interés mostrado por la ciudadanía al ejercer su deber y su derecho de monitorear cualquier proceso que afecte a los intereses públicos y reiteró que corresponde a la Justicia y al Estado dominicano tomar la decisión final en relación a este caso.
‘’Estamos plenamente convencidos que este proceso ha sido un paso fundamental para el fortalecimiento de la democracia en la República Dominicana’’ expresó la Coordinadora Residente del Sistema de Naciones Unidas en República Dominicana.
Se recuerda que fue ante la presión de amplios sectores de la Sociedad
Dominicana y a solicitud del Gobierno Dominicano, que en agosto de 2009
Las Naciones Unidas conformó el equipo de expertos de alto nivel para
realizar la evaluación del proceso de otorgamiento de la licencia ambiental al Consorcio Minero Dominicano para construir una cementera en el municipio de Gonzalo, y establecer la viabilidad y pertinencia de la industria en la zona.
Los expertos , en su mayoría latinoamericanos fueron seleccionados por las
agencias del Sistema de las Naciones Unidas que participaron en la
evaluación: El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Programa de
las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Organización Panamericana
de la Salud y la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), la Organización de
las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), y la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
‘’En respuesta a la solicitud del gobierno, hemos realizado un gran esfuerzo
por parte de las Naciones Unidas para contar con los mejores expertos en cada una de
las áreas de la evaluación, siguiendo criterios técnicos de excelencia académica,
amplio conocimiento de las convenciones internacionales, experiencia de trabajo con
las Naciones Unidas, integridad y transparencia, entre otros aspectos’’ declaró
en su momento la Coordinadora Residente del Sistema de las Naciones Unidas y
Representante Residente del PNUD, Valerie Julliand.
La evaluación analizó todas las áreas técnicas que incluyó el Estudio de
Impacto Ambiental ya realizado para el otorgamiento de la licencia al Consorcio
Minero Dominicano, más las que se han considerado necesarias para poder realizar
una evaluación integral y multidisciplinaria. Estas áreas son, entre otras:
ordenamiento ecológico del territorio; acuíferos cársticos del Caribe; biodiversidad y
áreas protegidas; salud pública y ambiental; aspectos legales ambientales;
aspectos sociales, económicos y culturales; y actividad industrial de la fabricación del
cemento.
Los expertos internacionales que integraron el equipo evaluador son:
Juan Mayr Maldonado, Coordinador del equipo, colombiano, fue ministro de
Medio Ambiente en su país. Presidió la Comisión de las Naciones Unidas para el
Desarrollo Sostenible, varias sesiones de la Convención de las Naciones Unidas para la
Biodiversidad y el panel de alto nivel de las Naciones Unidas para el Foro
de Bosques. Perteneció al panel del Secretario General que revisa las relaciones entre
la sociedad civil y la ONU, fue vicepresidente de la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza (IUCN) y candidato a la Dirección Ejecutiva del PNUMA a nivel
mundial.
Leslie F. Molerio, cubano, geólogo de yacimientos minerales e hidrogeólogo
con maestría en hidrología isotópica y postgrado en geomorfología cársica por la
Universidad de La Habana. Es miembro del Comité Internacional de Revisores
del Patrimonio Mundial Natural de la UNESCO y miembro de la Federación
Espeleológica de América Latina y el Caribe. Ha realizado más de 400 estudios geológicos,
geomorfológicos y de hidrología superficial e hidrogeología –particularmente
del karst- en América Latina, el Caribe y África. Se ha desempeñado como
investigador para UNESCO, FAO, UNICEF, OPS-OMS, la Organización Meteorológica Mundial
(OMM), y la Unión Internacional de Espeleología (UIS), entre otras instituciones.
Luis A. Bojórquez, mexicano, biólogo doctorado en manejo sostenible de
cuencas por la Universidad de Arizona. Es investigador del Institute of
Computational Earth Systems Sciencie de California, y del Instituto de Ecología de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Su área de especialización es ordenamiento
ambiental, métodos de visualización para el mapeo de vulnerabilidad de aguas
subterráneas y evaluaciones de impacto de medio ambiente a través de análisis
multicriterio.
Elías Mujica, peruano, arqueólogo y antropólogo con estudios de posgrado en
la Universidad de Cornell. Ha ejercido como consultor del Proyecto Regional
para el Patrimonio Cultural, Urbano y Natural-Ambiental (PNUD/UNESCO) y del Centro
de Patrimonio Mundial de la UNESCO para la elaboración de los informes
periódicos sobre el Estado del patrimonio mundial en América Latina y el Caribe. En la
función pública se ha desempeñado como Jefe del Instituto Nacional de Cultura del
Perú, Coordinador del Consorcio para el Desarrollo Sostenible de la Ecorregión
Andina y fue presidente de la Asociación Peruana para el Fomento de las Ciencias
Sociales. Ha publicado más de 120 artículos científicos y es autor de 15 libros.
Pierre L. Auger, canadiense, médico y hematólogo con maestría en medicina
ocupacional por la Universidad de Londres. Ejerce su labor en el
departamento de salud ocupacional y medio ambiente de la Dirección de Salud Pública de
Quebec. Es investigador y docente del Centro Hospitalario Universitario de Quebec y del
departamento de medicina preventiva de la Universidad de Laval.
Tiene numerosos artículos sobre calidad del aire y exposición a tóxicos por actividades
industriales y laborales.
Ray Bustinza, peruano, médico con maestría en epidemiología por la
Universidad de Laval. Su área de especialización es la evaluación de riesgo e impacto sobre
la salud, el medio ambiente y el medio laboral. Ha trabajado para OPS-OMS desde hace 15
años en Perú, Costa Rica, Ecuador, Barbados, entre otros países, y tiene más de
40 publicaciones en revistas científicas. Pertenece al Centro Hospitalario
Universitario de Quebec que es uno de los centros colaboradores de OPS-OMS para la evaluación
y vigilancia de los impactos sobre la salud del medio ambiente y del medio laboral.
Eduardo Vadillo, mexicano, biólogo con maestría en medio ambiente y
desarrollo del Instituto Politécnico Nacional de México. Está especializado en ordenamiento
territorial; planeación ambiental e impacto ambiental; diagnósticos
ambientales en áreas naturales protegidas; legislación ambiental; e instalaciones
industriales y contaminación de agua y suelo. Es docente de la UNAM, ha publicado numerosos
artículos y participado como ponente en conferencias y cursos especializados
en México, Noruega, EEUU, Nicaragua, Bolivia y Chile.
Hernán Mora Corrales, costarricense, ingeniero agrónomo por el Instituto
Nacional de Agronomía de París con maestría en Ciencias Sociales y Económicas. Cuenta con una amplia trayectoria, tanto a nivel académico como técnico, en América Latina y el Caribe, y Europa. Sus áreas de especialización son ordenamiento ecológico del territorio, desarrollo rural, desarrollo sostenible y análisis agro-socioeconómicos mediante diagnósticos participativos. Ha trabajado para FAO en Brasil y Paraguay y para el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agrícola (IICA) en varios países de América Latina y el Caribe. Cuenta con más de treinta publicaciones en español y francés.
Julio Calderón, panameño, biólogo con maestría en Ciencias Biológicas por la
Universidad de La Habana. Tiene una amplia experiencia en áreas protegidas,
biodiversidad, manejo integrado de recursos hídricos y gran conocimiento de
las convenciones de las Naciones Unidas en al área de medio ambiente.
Fue responsable para la subregión de Centroamérica y el Caribe de la Oficina del PNUMA.
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