Las obras de construcción para un controvertido proyecto minero en Perú, en el centro de protestas que dejaron cinco muertos, continúan adelante, pese a que el gobierno realizó una mediación para lograr un consenso, dijo el miércoles el ministro de minería local.
«Ellos (la compañía estadoundiense Newmont) han planteado que van a seguir adelante con el proyecto, pero con el agua por delante», dijo el ministro de Energía y Minas Jorge Merino, en referencia a que la compañía garantizará la preservación de las fuentes de agua en la zona de la mina.
«Es un proyecto privado, y si el inversionista tiene un plan de trabajo nosotros como estado lo que hacemos es coadyuvar para que se den las condiciones de seguridad y de diálogo para que el proyecto vaya adelante», señaló el ministro durante un encuentro con la prensa extranjera en Lima.
El «proyecto Conga» contempla secar cuatro lagunas para la extracción de oro y cobre en las partes altas de Cajamarca (norte), que se compensarían con la construcción de cuatro lagunas artificiales que, según la empresa, garantizarían el suministro de agua en la zona.
Esto es rechazado por buena parte de la población, que aseguran dejará sin agua a esa región.
«En la nueva política del gobierno el agua va por delante. Tenemos que garantizar el agua primero para consumo humano, segundo para la agricultura o ganadería y tercero para la minería», indicó Merino.
Con motivo de la grave crisis en Cajamarca, el gobierno de Ollanta Humala designó a dos sacerdotes católicos para que oficien de mediadores e intenten contener el conflicto social acercando posiciones entre la minera estadounidense Newmont y grupos opositores al proyecto.
La mediación de los religiosos no ha interrumpido los trabajos de la compañía minera que sigue adelante con la primera etapa prevista para el proyecto: la construcción de reservorios de agua.
«Queremos que los reservorios y minireservorios se construyan. Tanto los que tiene que hacer la empresa, como los que tiene que hacer el Estado y otros microreservorios que está haciendo agricultura. Todos estamos abocados a dotar el agua a la zona rural, y a dar desarrollo en Cajamarca sobre todo para los más pobres», continuó el ministro.
«Con inversión social y respeto del medio ambiente, tenemos que hacer que el país siga siendo competitivo y amigable a la inversión», indicó el funcionario.
En respuesta a recientes protestas anti mineras, el gobierno decretó un estado de emergencia con la consecuente militarización, que aún sigue vigente en las provincias norteñas de Celendín, Cajamarca y Hualgayoc, en la región norandina de Cajamarca.
Vía: Hoy Digital