El nombre de Héctor Ludovino Domínguez está asociado, desde hace décadas, al de las mariposas.
Lleva 49 años estudiándolas, siguiendo sus rastros por toda la geografía nacional, registrando sus características y sumando valor a una colección que pasa los 10,000 especímenes, la más grande de República Dominicana.
Comenzó a colectarlas a finales del año 1972.
Agrónomo de profesión, Domínguez se dedicó por muchos años a la sanidad vegetal pero lo que siempre le apasionó fue la Taxonomía, específicamente la clasificación de insectos.
De su paso por el Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) recuerda los trabajos de colecta e investigación junto al profesor Eugenio de Jesús Marcano y al entomólogo y taxónomo Abraham José Abud Antún (Bambán).
Según el documentos científico “La biodiversidad en la República Dominicana”, puesto a circular en mayo de este año por el Ministerio de Medio Ambiente (su edición data del 2020), nuevos estudios sugieren que el número de mariposas reportadas para La Hispaniola alcanzan las 878 especies. Se estima que 149 son endémicas.
Hasta el momento, apunta la publicación, se conocen 193 especies de lepidópteros diurnos.
De las especies conocidas para la isla, Domínguez asegura tener en su colección unas 400 especies entre lepidópteros diurnos y nocturnos de unas 22 familias, entre ellas Nymphalidae, Heliconiidae, Papilionidae, Lycaenidae, Pieridae, Hesperiidae, Geometridae, Sphingidae, Danaidae, Pyralidae, Syntomidae, Arctiidae, Noctuidae y Satyridae (ahora Nymphalidae).
La colección ya ha crecido lo suficiente y el estudioso le busca desde hace 20 años una casa más grande que la acoja de manera permanente. Pero no cualquier casa.
Su sueño es que alguna institución pública o privada se anime y haga realidad el Museo de las Mariposas, un lugar que sirva de exhibición e investigación de los insectos más vistosos del mundo.
Comenta que por falta de recursos no ha completado ciertas investigaciones, pero está seguro de que en su colección hay especies nuevas para República Dominicana.
De igual forma, algunas de las mariposas no las ha observado desde hace muchos años en su hábitat natural, lo que le hace pensar que han desaparecido o que se encuentran al borde de la extinción.
De esto culpa a la deforestación, a la pérdida de hábitats y a los pesticidas.
“La aplicación de pesticidas está terminando no solo con las mariposas: con los seres humanos y con todo”, señala.
En ese sentido, dice a Listín Diario, el museo cobra mucha importancia porque permitiría realizar nuevas investigaciones y poner los resultados a disposición de la ciencia.
SOBRE EL MUSEO
El lugar contemplaría la colección de 10,000 especímenes para estudios e investigaciones y otros 10,000 para exhibición.
Domínguez pone a disposición del proyecto el suministro de 10,000 especímenes estrictamente para el área científica, 200 cajas para la colección y todas las que se utilicen en el área de exhibición; 5 trampas de colecta nocturna y 3 trampas para colecta de lepidópteros de hábitos diurnos, así como 8 redes para colecta de especímenes, 30 tablillas de montura de los ejemplares y 20,000 alfileres entomológicos.
Pone también a disposición su extensa hemeroteca sobre mariposas con ejemplares de gran valor editorial.
El proyecto estaría listo en un año y el investigador se ofrece para entrenar a personas con vocación que formarían parte de este.
Si le parece una buena idea, el contacto de Domínguez es hldestructura@hotmail.com
DE INTERÉS
– Para Domínguez, el lugar perfecto para acoger el Museo de las Mariposas es el Jardín Botánico Nacional.
– Hace 20 años el proyecto contemplaba la creación del Mariposario Museo Dominicano, de manera que el público visitara primero a los insectos y luego pasara al museo.
– De acuerdo con Domínguez, entre el profesor Marcano y él compilaron el 60 por ciento de la colección de insectos del Museo Nacional de Historia Natural (MNHN). Destaca también el trabajo del recientemente fenecido Bambán, a quien considera uno de los más brillantes entomólogos dominicanos. La colección de lepidópteros diurnos del MNHN ronda los 3,858 ejemplares.
TAN IMPORTANTES COMO LAS ABEJAS
Domínguez considera a las mariposas tan o más importantes que las abejas en el trabajo de polinización.
“Digo que las mariposas son más importantes porque la polinización de las abejas es en el día, pero las mariposas son diurnas y nocturnas. Hay un movimiento poblacional de las nocturnas muy interesante: inmediatamente comienza a oscurecer, ella copula para la reproducción. Hay un movimiento enorme de 6:00 a 9:00 de la noche y ocurre otro también de 4:00 a 6:00 de la mañana. La gente me critica porque dicen que si desaparecen las abejas desaparece la humanidad y yo digo que eso no es verdad”.