Por razones profesionales escribo desde Portugal, y a poco de abandonar este país me siento impresionado por lo que pude tener a la vista, en un recorrido de un punto a otro en autobús entre autopistas, que me recuerda a mi país y coincide con un tema de discusión actual en la opinión pública.
Mientras el autobús toma un distribuidor de tráfico, desde la altura del vehículo y con la privilegiada visual panorámica de la caída de la tarde, me impresiona lo que tengo delante y en los flancos, un enorme bosque, con árboles que parecen complementarse como piezas de un ajedrez.
Y pienso en Los Haitises, la reserva acuífera y boscosa más grande de mi país, de la que se afirma es uno de no más de 4 lugares parecidos a nivel global, y tengo que reflexionar sobre la discusión generada por las pretensiones de instalar una fábrica de cemento en las proximidades del lugar.
Las inmediatas preguntas del curioso periodista tienen la primera respuesta interesante de uno de los lisboetas presentes, “es el parque forestal Monsanto”, el área verde más grande de la ciudad y del resto de Europa, lugar de excursiones, zona de recreación
Este lugar es el pulmón de Lisboa, fue creado en 1934, ocupa 10 kilómetros cuadrados, está totalmente arbolado con pinos, robles, encinas y otras especies con distintas tonalidades del verde y ofrece variedad de de instalaciones para el ocio y deportes, dando la impresión que es un inmenso colchón natural.
Y cuentan los nativos de Lisboa que, en este pulmón de la ciudad capital, al proyectarse el parque se soltaron a la libre una pareja de ardillas que se ha reproducido en millares y hoy tienen en Monsanto su hábitat natural.
!Cuánta belleza y evidente conservación, cómo no pensar en Los Haitises por sus similitudes y diferencias sobre el manejo de una reserva ambiental!
La copa de los árboles, ese tapiz verde, obligaba a hacer un símil con los mogotes o elevaciones del terreno que combinados y llenos de verdor forman Los Haitises dominicanos, colchón y reserva acuífera de la isla .
Por esa y por muchas otras razones debatidas en estos días, llora “ante la presencia de Dios” permitir que el parque dominicano pierda su virginidad ecológica con una industria que, por sus mismos propósitos, afectará la naturaleza, la flora, fauna y población de aves de una reserva ambiental.
Por: Carlos Manuel Estrella
El Nacional
Lo mejor es que el presidente Leonel Fernandez, como era de esperarse, solicito al PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) que evaluara la Cementera, en lugar de solicitar el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), que es el organismo que vela por la conservacion del medio ambiente y la ecologia.
Por supuesto el PNUD va a resaltar las contribuciones economicas en terminos de empleos, generacion de divisas e intereses comerciales de la cementera.