Miles de jóvenes se han manifestado en varias ciudades de Europa y del resto del mundo para demandar a los gobiernos acciones concretas contra la crisis del clima y justicia climática para evitar un legado que no han construido y acusan a los mayores solo velar por sus beneficios económicos.
Las movilizaciones convocadas en más de 150 países por el movimiento “Fridays For Future” y otras organizaciones han servido de acto final de la Semana del Clima que se ha realizado en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, y que se inició el lunes con la Cumbre del Clima convocada por el Secretario General António Guterres.
Miles de jóvenes en las manifestaciones por el clima
En Nueva York, la joven activista sueca Greta Thunberg, iniciadora de los paros estudiantiles de “fridays for future” (viernes para el futuro) y otros jóvenes activistas de todo el mundo han expuesto su preocupación por la situación climática actual, un “legado que no quieren heredar”.
De ahí, el crecimiento del movimiento a nivel mundial, que este viernes ha tenido repercusión en cientos de ciudades de todo el mundo.
Según los organizadores de las manifestaciones en Italia, cerca de un millón de personas han secundado la tercera huelga pro la defensa del medio ambiente, que se han celebrado en más de 180 ciudades del país.
Aproximadamente, 200.000 personas en Roma y 150.000 en Milán, según los organizadores, han llenado las calles con gritos y pancartas multicolores en las que se exigían un cambio urgente en las políticas ambientales.
En Holanda, unas 35.000 personas, según las organizaciones convocantes, muchas de ellas estudiantes marcharon por las calles de La Haya, portando carteles como “Cambia de sistema, no de clima” o “Es hora de rebelarse”.
En Austria, más de 150.000 personas, la mayoría jóvenes, han recorrido las calles de diferentes ciudades para protestar por la “inactividad del Gobierno” ante la crisis climática.
Tomar en cuenta las políticas ambientales
Las marchas más numerosas fueron las de la capital austríaca con 80.000 personas y la de Innsbruck con 25.000, movilizaciones todas que ensombrecieron el final de la campaña electoral para los comicios legislativos del domingo próximo.
En Budapest, unas 5.000 personas marcharon en la capital Budapest, pero las calles de otras 15 ciudades también vieron marchar a personas que protestaron por la emergencia climática.
Los medios locales destacaban la participación a pesar de el ministro de Gobernación, Gergely Gulyás, definió este jueves la huelga climática como “algo odioso” y que “más allá de algunas docenas de activistas no le interesa a nadie”.
En la India, cientos de jóvenes se han manifestado un viernes más en varias ciudades y han reclamado a sus gobernantes que tengan en cuenta los efectos de sus políticas en el clima y eviten dejar una crisis climática como legado.
En España, miles de jóvenes se han manifestado en varias ciudades, siendo las movilizaciones de Madrid y Barcelona las más numerosas, con 20.000 personas aproximadamente, según fuentes policiales.
Incremetar la ambición
La responsable de la Convención de la ONU para el Cambio Climático, Patricia Espinosa, señaló este viernes que la Cumbre celebrada en Nueva York el pasado lunes ha significado un “giro” en la lucha contra el calentamiento global, no por uno o dos anuncios específicos, sino por el conjuntos de compromisos que se dieron y por cómo ha logrado “movilizar las conciencias” entre los gobernantes y empresas.
Ha subrayado la necesidad de “incrementar la ambición” no solo en cuanto a la reducción de emisiones sino también en cuanto a la transferencia de apoyos, tecnología y medios a los países en desarrollo.
Espinosa ha señalado que la Cumbre del Clima ha servido para descubrir que “hay muchas Gretas (en referencia a la joven activista sueca Greta Thunberg) en distintos países” y que “debe ser muy fuerte” que los jóvenes que deberían estar estudiando “estén literalmente angustiados por lo que va a ser su futuro”.