SAN JOSÉ. Miles de hectáreas de ecosistemas boscosos se han arrasado en Costa Rica por la industria de la piña en los últimos años, según denunció a Efe Mauricio Álvarez, presidente de la Federación Conservacionista de Costa Rica (FECON).
“En 15 años se talaron 725.000 árboles, un daño irreversible al país. Nunca se logró interponer las denuncias pues ya no había pruebas, aunque las comunidades denunciaron que, en tan sólo una noche, desaparecían bosques completos y animales de todo tipo enterrados en las llamadas ‘tumbas’ de enterramiento de montaña”, afirmó Álvarez.
Ahora, el Sistema Nacional de Información Territorial (SNIT) del Gobierno de Costa Rica, que utiliza un visor cartográfico con imágenes satelitales de sistemas de información geográfica estatales y bases de datos oficiales del Estado costarricense, evidencia las invasiones de bosques por parte de fincas piñeras.
“Estas invasiones se sucedieron entre los años 2000 y 2015. La síntesis documental se puede observar en el sitio web del SNIT http://www.snitcr.go.cr/Visor/index , elaborado con la participación de diversas instituciones públicas”, señaló Álvarez.
Todo esto pone en duda informes y estudios anteriores ya que la plataforma arroja datos que apuntan a que entre los años 2000 y 2015 se dio una pérdida total de la cobertura forestal en paisajes productivos de piña de 5.566 hectáreas.
Estas pérdidas de cobertura forestal, regionalmente, se distribuyen de la siguiente manera: 3.192,7 hectáreas en el norte; 545,26 en el Caribe; 1.789,71 en el sur y 38,31 en el Pacífico Central.
El presidente de FECON aseguró que “hoy se genera evidencia suficiente para clamar por la aplicación del Artículo 57 de la Ley Forestal vigente que señala que: “las autoridades, regentes forestales y certificadores a quienes les compete hacer cumplir esta ley y su reglamento, serán juzgados como cómplices y sancionados con las mismas penas, según sea el delito”.
Ello cuando se les compruebe que “a pesar de tener conocimiento de sus violaciones, por negligencia o por complacencia, no procuren el castigo de los culpables y permitan la infracción de esta ley y su reglamento”.
Los datos de SNIT permiten ver que “el 12 % de los terrenos sembrados de piña se han hecho de manera ilegal al destruir zonas boscosas sin permisos”.
Según Álvarez “las comunidades y ecologistas tenemos razón en nuestra lucha contra la expansión piñera. Se ha comprobado que con la mayor impunidad e impacto socioambiental, la expansión descontrolada del monocultivo de la piña arrasa con nuestros bosques, nuestra agua, nuestra biodiversidad y nuestras comunidades”.
Henry Picado Cerdas, presidente del Frente Nacional de Sectores Afectados por la Producción Piñera (FRENASAPP), dijo a Efe que esperan que el Ministerio Público abra procesos penales contra todas las fincas que cometieron delitos ambientales y “en el caso de ser necesario a los responsables ministeriales también”.
“Las piñeras trabajan de noche sepultando los bosques y los humedales y a la mañana siguiente no se encuentra ningún rastro de lo que en ese lugar hubo. Esto ha sido denunciado en múltiples ocasiones inútilmente”, aseguró.
“Esperamos que las autoridades públicas tomen cartas en el asunto y que hagan cumplir la ley a las empresas privadas”, aseveró.
Según datos de la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña (CANAPEP), en Costa Rica hay 550 productores y 43.000 hectáreas cultivadas, lo que genera unos 30.000 empleos.
La piña es uno de los principales productos de exportación de Costa Rica, con ventas al exterior en 2016 de 873 millones de dólares, de acuerdo con los datos de CANAPEP.
El 53 % de las exportaciones costarricenses de esta fruta se dirigen a Estados Unidos, el 44 % a la Unión Europea, y el resto a otras regiones.
Por EFE
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