MÉXICO. Entre los países de América Latina, México es el principal emisor de gases efecto invernadero y el único de la región que se encuentra entre las quince naciones que más contaminantes generan en todo el mundo, informó ayer la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Durante el coloquio “Interdisciplinariedad de las Ciencias Sociales”, celebrado en la institución, las expertas Rosa Altamirano y Obdulia Medina precisaron tres posibles estrategias políticas a seguir para frenar el número de emisiones.
Estas estrategias a las que hicieron mención vienen expuestas en la Ley General de Cambio Climático, vigente desde 2012, y se dividen en tres tipos: descentralizadas, de incentivos y de regulación directa.
En las primeras, los individuos directamente involucrados en los casos de contaminación buscan una solución por sí mismos mediante negociaciones informales.
Las basadas en incentivos están enfocadas a tomar medidas para aumentar el costo de la contaminación a las entidades emisoras y así resulte menos rentable.
Por último, las de regulación directa consideran lineamientos públicos para regular acciones orientadas a resolver el problema.
No obstante, las expertas advirtieron que, “a pesar de que se han implementado medidas, aún falta mucho por hacer en este sentido, pues se requieren estrategias a largo plazo con una visión de conjunto que vincule la investigación científica con las políticas públicas”.
El pasado mes de marzo, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (Inecc) dio a conocer que la tasa de crecimiento de emisiones de gases de efecto invernadero disminuye a paso lento en México, con una media de aumento de 0,8 % entre 2010 y 2015.
El Inventario Nacional de Emisiones de Gases Efecto Invernadero 2015 mostró que, pese a que las emisiones continúan en crecimiento, la tasa de incremento desde 1990 a 2015 era de 1,7 %, por lo que existe una leve mejora.
De acuerdo con el estudio presentado, en 2015 se vertieron un total de 683 millones de toneladas de gases de efecto invernadero, de las cuales el principal emisor resulta ser el transporte, responsable de 171 millones de toneladas, un 25 %.
Las industrias de la energía constituyen la segunda fuente principal de emisión con 165 millones de toneladas, un 24,1 %, seguida del tercer mayor emisor, las industrias de manufactura y construcción, que arrojan a la atmósfera 64 millones de toneladas, un 9,3 %.
EFE / Diario Libre