BOCA CHICA. Treinta y seis lagunas creadas por los ríos, Brujuela, Tosa y Caganche están en peligro de desaparecer debido a la deforestación y extracción desmedidas de agua subterránea en la zona de influencia, lo que ha provocado el avance de cuña salina.
Gilberto Reynoso Sánchez, en su estudio “Contraste de la disponibilidad y demanda de agua por provincia”, dice que “las extracciones de agua subterránea en el territorio Nacional se estima entre 500 y 600 Mm3 por habitantes. Asociada a la extracción de agua subterránea está el problema de la contaminación, principalmente el grave fenómeno de la salinización por penetración de la cuña marina. En la franja costera oriental la presencia de aguas salobres es relevante de manera casi continuada a una distancia de unas decenas de kilómetros de la costa.
La disponibilidad per cápita para el año 2015, resulta en promedio 2,395 milímetros por habitantes por año. Se estima que, si se incorporan reducciones tanto por alteración de la calidad del agua,como por regulación, la disponibilidad promedio sería muy baja de 1,556 milímetros por habitantes por año.
Esta misma disponibilidad proyectada al año 2020, resulta en una dotación per cápita de 1,502 milímetros por habitantes por año, lo que situaría al país entre los de muy baja disponibilidad per cápita y con problemas de tensión hídrica de 1,000 a 1,670 milímetros por habitante por año.
De igual forma plantea el profesor Eleuterio Martínez que todos los humedales, lagunas y zonas de inundación permanente del país, incluyendo al río Brujuela, están protegidos por la Convención Ramsar y muy especialmente éste conjunto de lagunas que forma parte del mismo sistema de humedales del río Ozama, aunque en época de estiaje, tiendan a tener cierta separación de flujo, al tratarse de dos unidades hídricas distintas.
En un recorrido realizado por técnicos de la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de aqui, encabezado su director ejecutivo Fermín Brito Rincón, se observó las condiciones de estos ecosistemas de vida silvestre y reservas imporantes de agua para los habitantes de la zona.
En esos lugares tomamos muestras de pozos para medir el avance de la cuña salina y de igual forma la posibilidad de presencia de agentes contaminantes, lo que nos permitirá tener datos concretos y adoptarlos correctivos de lugar para preservar los acuíferos , informó Fermín Brito.