BIGtheme.net http://bigtheme.net/ecommerce/opencart OpenCart Templates
Inicio | :: Articulos | Manolo Tavárez Justo: Parque Nacional en riesgo de abortar.

Manolo Tavárez Justo: Parque Nacional en riesgo de abortar.

El Parque Nacional Manolo Tavárez Justo no es un Area Protegida cualquiera. Creada mediante el Decreto No. 371 de junio de 2011 (vale decir, la última de las AAPP creada por el expresidente Fernández) se extiende desde las prolíficas cumbres montañosas de San José de las Matas hasta las valiosas cimas de la Provincia Santiago Rodríguez. Abarca pues la cabecera y cauce de los más importantes cuerpos hídricos de la Linea Noroeste, especialmente los que nutren la presa de Monción, invaluable reservorio que sacia la sed y sostiene la producción agrícola de varias provincias.

Desde los Manaclares heroicos del «Alto de la Diferencia» hasta los Pinares puntiagudos de la Serranía más pura, esta es una de las zonas del país que más méritos reúne para anhelar su preservación, más aún cuando su nombre honra a un hombre que decidió abonar con sangre los más sagrados intereses de la patria «en las escarpadas cimas de quisqueya».

Visto así, habría de esperarse que lo más sensato y progresista de las sociedades que hacen vida en derredor de esta zona cerraran filas con jolgorio y entusiasmo para celebrar su creación y -mas que nada- defender su existencia. Sin embargo y como suele suceder, la confluencia de intereses variopintos amenazan desde la génesis misma de su formación este Parque Nacional; subyace en ellos una labor abortiva que trata de revertir este Decreto con excusas difíciles de aceptar sin un análisis medianamente objetivo.

El principal de sus alegatos se sustenta en los artículos 7 y 8 del documento de marras, basado en los cuales -según ellos- el Estado Dominicano está orquestando «un desalojo masivo de más de 1,000 familias que residen en la zona». Resulta curioso el uso de este manoseado y aberrante argumento, toda vez que hace unos años escribí unas notas tituladas «Receta para mutilar un Area Protegida» cuyos preceptos parecerían haber sido adoptados en gran parte por estos «interesados» en la «liberación del Area». De forma tal que encubriéndose en la buena fe (y en veces la ignorancia) de muchas de estas familias, los susodichos van sembrando la desazón y la angustia de que «ese Parque lo crearon para desalojar la gente y todo el que tenga algo ahí lo va a perder».

Y así es como están «organizando» a las comunidades de forma irresponsable y perniciosa, boicoteando incluso los valiosos intentos de entidades de la zona por informar debidamente a la gente sobre los alcances de la medida (lo propio ocurrió por ejemplo el sábado 8 de septiembre, cuando la Cooperativa Mamoncito convocó a un encuentro en el Cerro Bar de Monción, al que asistieron menos de la mitad de los convidados a una interesante charla respecto al Parque Nacional y el Decreto que lo crea). En cambio estos han optado por organizar reuniones de «adoctrinamiento» en las que sólo se escuche su versión interesada (para muestra un botón, el domingo 16 concurrieron a una cita similar cientos de angustiados hombres y mujeres, bajo la guía tutelar de varios «líderes» preocupados por «el desalojo inminente», entre los que se resalta un Obispo, un Senador, un Alcalde y varios testaferros que azuzan como el que más.

No han valido los aclarandos y explicaciones en defensa de la pertinencia del Parque, el propio Ministerio de Ambiente en boca de José Ml. Mateo ha resaltado que » se puede buscar alternativas a la gente que vive allí para armonizar las  actividades humanas sin afectar los recursos naturales». Sin embargo hay un grupo muy definido y decidido, que simplemente pretende la derogación del Decreto poniendo -como siempre- a los campesinos como carne de cañón. Esta vez, confluyen en estas diatribas sectores tan influyentes como un importante legislador-terrateniente que desea continuar sus progresos en la sierra, las mineras atraídas por «el olor a oro» que transpiran estas lomas, unos cuantos propietarios de grandes porciones de tierra «aguas arriba» de los Ríos Mao y Magua, así como uno que otro depredador de la foresta o padrino de pichoneros de cotorras en toda esa zona.

Como refuerzo y cómplice en este desatino nos encontramos con un Obispo que (prefiero creer que lo han mal informado) pero el mismo ha tomado una verborrea virulenta y medieval, tanto que -luego de tronar contra el ex-presidente que firmó el Decreto que crea el Parque- hasta llegó a sentenciar «que todo aquel que está hoy con nosotros y mañana se deje sobornar, sea maldito por el mismo señor», referencia a aquellos que disientan de quienes se oponen al Parque, como si no estuviera la opción de querer el Parque y al mismo tiempo proteger a la buena gente que por generaciones han habitado la zona.

Que pena, cuanta lástima nos dá, que aquellos llamados a orientar desorienten, que los destinados a guiar extravíen, que quienes deben esclarecer sometan a la penumbra a sus fieles, a sus seguidores, a sus votantes, a sus gobernados. Que prohijen incluso el odio contra quienes por convicción o mandato han decidido defender esas montañas… En lugar de estar llamando a la unidad para luchar contra las verdaderas amenazas: La minería que acecha, los taladores que arrasan y los poderosos que monopolizan las riquezas naturales de la zona.

Debemos y queremos tener FE y Confianza en que la sensatez se impondrá y que las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente y la sociedad en general ayudarán en la toma de las previsiones necesarias para conservar este Parque Nacional, mejorar la calidad de vida de la gente de la zona y -por sobre todo- dar garantías a las generaciones futuras de que su Patrimonio no será vulnerado, enajenado, depredado y estuprado por un puñado de figuras sin más dios que sus propios intereses, que han olvidado acaso que NATURA es la máxima obra del creador y que -por tanto- debe ser la mayor de las honras y alabanza al señor, la armoniosa convivencia entre sus hijos pródigos y la naturaleza que le rodea.

El 21 de diciembre de 1963 Manolo cayó en la Manacla, sólo para levantar su Luz en el corazón y espíritu de los hombres y mujeres de quisqueya… ¡que no se apague en la Leonor bajo el manto turbio de neblinas disfrazadas de intenciones justas!