Manifiesto al País desde el Noroeste

Salvar nuestra Isla es salvar nuestra parte del Planeta y de la especie humana.

El problema del cambio climático aparece en la agenda política internacional a partir de 1979, en la primera Conferencia Mundial del Clima, en donde se buscaba demostrar que la interferencia humana es uno de los factores claves negativos en la alteración del sistema climático mundial.

El cambio climático más conocido es la variación estacional en todo el clima de La Tierra y se debe a causas totalmente naturales. Sin embargo, lo que se ha destacado desde hace algunos años es la severa alteración en la temperatura global de cuyas causas se ha responsabilizado principalmente a la acción humana.

Estos cambios se han producido a lo largo de millones de años, pero en estos dos últimos siglos las variaciones están ocurriendo a un ritmo acelerado sin precedentes que ponen en peligro la vida en el Planeta.

La causa de esta aceleración está en la relación que existe entre el calentamiento global y el aumento de las emisiones de los gases de efecto de invernadero como consecuencia del desarrollo industrial de las naciones más industrializadas y militarmente poderosas, que en su esfuerzo local por mantener el consumo como estilo de vida, implementan procesos tecnológicos que transforman y destruyen los ecosistemas de sus países y de nuestros países.

Entre las causas está además el uso y abuso universal de los combustibles fósiles, que sumado a la deforestación han desatado un aumento en las emisiones de los gases de efecto de invernadero, desbordando así los mecanismos naturales de reciclaje, el efecto de amortiguamiento de la vegetación, y la capacidad de tolerancia del Planeta.

El cambio climático supone un peligro latente para la isla de Santo Domingo, ya que estamos dentro de los diez países que sufrirán con mayor rigor los efectos de este fenómeno y se prevé que con un aumento de los niveles de las aguas del mar perderíamos en un periodo aproximado de cien años, el trece por ciento de nuestro territorio.

Otro riesgo es que estamos en la ruta de los huracanes, que cada vez son más frecuentes, más fuertes y fuera de época. Este fenómeno del cambio climático es la mayor amenaza para la vida, los ecosistemas y la producción de alimentos. Un cambio rápido del clima, de sólo unos cuantos grados en la temperatura media de la superficie de La Tierra, pondría en peligro las áreas destinadas al cultivo de alimentos, algunas incluso llegarían a ser inhabitables por la falta de agua y por las inundaciones producidas por un aumento en los niveles medios de las aguas del mar.

Como vemos, el cambio climático afecta directamente la agricultura, ya que en la isla de

Santo Domingo y en las demás islas del Caribe han cambiado los patrones naturales del clima, ya no llueve en los meses correspondientes sino que tenemos lluvias fuera de tiempo, las épocas de sequía y de lluvia se han dislocado, lo que ha trastornado los periodos de cultivo. Igualmente, las lluvias son más prolongadas y fuertes causando muchas veces inundaciones que causan muertes, devastaciones y cuantiosos daños a la agricultura. Las sequías son más frecuentes y largas, y los periodos de calor son más prolongados e intensos, así mismo, las tormentas y los huracanes son cada vez más fuertes y frecuentes y hasta fuera de época.

Teniendo en cuenta que la agricultura tiene un enorme potencial para mitigar el cambio climático, a pesar de que es una fuente importante de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), y que ha sido demostrado que cerca de un tercio del calentamiento de la atmósfera obedece a la agricultura, no es menos cierto que las prácticas agrícolas sostenibles ofrecen importantes oportunidades para mitigar las emisiones de GEI y al mismo tiempo, incrementar la productividad.

La retención de carbono en los suelos, a través de una reducción del laboreo, la mejor gestión de los pastizales y la restauración de las tierras degradadas, supone la mayor parte del potencial de mitigación en la agricultura.

Un aspecto muy importante es la necesidad de fomentar un uso más eficiente de los fertilizantes, la mejora de la gestión de los recursos hídricos, forestales, la utilización de los forrajes alternativos y el uso sostenible de la diversidad genética animal.

¿Qué medidas tomar para enfrentar los efectos del cambio en el clima en la agricultura?

Fomentar la agroecología frente a la agricultura convencional; buscar una mayor eficiencia en el uso del agua destinada a los cultivos mejorando sustancialmente los mecanismos de riego; tener bancos de semillas adecuadas a cada microclima y resistentes a las nuevas condiciones del clima; instalar sistemas de cultivo semi protegidos resguardando a las plantas de las radiaciones del sol; producir por territorios según las nuevas condiciones climáticas; producir variedades de ciclo corto donde exista algo de humedad; reforestar con árboles nativos endémicos y frutales permanentemente como una forma de mitigar los efectos del cambio climático, entre otras medidas.

Teniendo en cuenta que los efectos perjudiciales del cambio climático ya son evidentes, que las catástrofes naturales son más frecuentes y devastadoras, y que los países en desarrollo son más vulnerables, y si bien es cierto que el cambio climático es un fenómeno mundial, su impacto negativo será sufrido más intensamente por las personas y los países pobres.

Éstos son más vulnerables debido a su considerable dependencia de los recursos naturales y a su limitada capacidad para enfrentarse a la variabilidad climática y a los fenómenos climáticos extremos. Por lo que nosotros, como campesinos pobres, debemos hacer conciencia de cuál es nuestro rol en estas nuevas condiciones climáticas, ya que en la medida en que entendamos la gravedad del problema en esa misma medida los pequeños y medianos agricultores estaremos en capacidad de seguir abasteciendo el mercado nacional.

República Dominicana casi duplicó sus emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera en los últimos siete años, pasando de 20 a 38, esto por la falta de planificación en la industrialización, el consumo energético, el transporte, la urbanización, las concesiones onerosas en el turismo, y en la mega-minería. Hay que destacar que en la Cordillera Central, donde nacen las principales fuente de agua del País, hay en estos momentos decenas de concesiones mineras.

En nuestra región también es de destacar la intención de explotar la vertiente norte de la Cordillera Central por parte de la empresa minera UNIGOLD y otras empresas mineras, aparte de que la deforestación y la extracción de agregados paras construcción de los cauces de los ríos se realiza indiscriminadamente.

Por estas razones demandamos:

1.      Asumir la defensa de las fuentes de agua como un bien común no una mercancía, contrario de lo que pretende un proyecto de ley sobre el acceso al agua que está siendo discutido en la Cámara del Senado de la República, el cual pretende convertir las fuentes de agua en una mercancía con mero valor económico. Esta pretendida privatización del agua encarecería este servicio al punto que los sectores más pobres del país no podrán tener acceso a su consumo o la producción de alimentos con la debida calidad y seguridad.

2.      Defender el agua como un elemento natural fundamental para la vida de todos los seres vivos que compartimos la Isla y no como una mercancía.

3.      Seguir la lucha contra la mega-minería, oponiéndonos a la explotación de Loma Miranda y de toda la Cordillera Central por parte de las grandes compañías mineras como Falcondo, Xstrata Níquel, Barrick Gold, Goldcorp, Unigold, Majescor, Gold Quest y otras.

4.      Denunciar las devastaciones de áreas ecológicas sensibles, como Laguna de Saladillo, en Manzanillo, Provincia Montecristi; los Montes Chacuey, Tahwique, Juan Calvo, Cerro Del Llano y el proyecto forestal Sabana Clara, estos últimos en la provincia Dajabón; el Cerro Corral de Mata, en Santiago Rodríguez. Demandamos del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales elaborar un plan de emergencia que incluya las comunidades afectadas y a sus organizaciones para detener estas acciones depredadoras y fuera de la ley.

5.      Impedir la explotación de cientos de miles de tareas en la zona boscosa de la parte alta de Santiago Rodríguez, las que han sido adquiridas por funcionarios y personas de poder económico con el fin de aprovechar su riqueza maderera, especialmente en la secciones Toma, Palmarejo y El Dajao, esta zona ha sido conservada por décadas por sus habitantes, que son pequeños caficultores.

6.  Nos preocupan profundamente los efectos económicos, sociales y ambientales de la merma en más de un 50 por de la superficie cultivada de café en la región noroeste.

7.      Reconocemos a todas y todos los hombres y mujeres, civiles y militares, que hace 49 años, el 24 de abril de 1965, se levantaron defendiendo la Constitución y la soberanía nacional, muy especialmente al héroe nacional Francisco Alberto Caamaño.

Unidos luchamos: Para que siempre haya agua! Para siempre haya vida!

Para que siempre haya patria!

Firmado:

-Asamblea Nacional Ambiental –ANA– Seccional Dajabón.

-Justicia climática

-Unión de Organizaciones Rurales “Henry Segarra”

-Articulación Nacional Campesina

-Confederación Autónoma Campesina -CAUCA-

-Red Fronteriza Jano SIKSÉ

-Asamblea Municipal Ambiental De Sabaneta, Santiago Rodríguez

-Sindicato de la Construcción, Dajabón

-Federación Campesina Guayubín -Las Matas

-Asociación para el Desarrollo del Cerro Juan Calvo

-Federación Unidos Venceros Manuel Bueno -CAUCA-

– Asociación Campesina Antonio de Carbonera

-Sociedad Ecológica de Loma de Cabrera

-Junta de Vecinos Gran Poder de Dios de Carbonera

¡LOS AGRICULTORES ENFRIAMOS EL PLANETA!

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Domingo Abréu Collado
809 383 4078