Los principales ríos Soco y Seibo de la provincia del mismo nombre, mantienen un alto grado de contaminación, debido a la gran cantidad de aguas residuales y desechos que son vertidas en los caudales, lo que pone en peligro la salud de los ciudadanos.
La situación se debe a que en esta provincia no cuentan con una planta de tratamiento y las aguas no tratadas de más de 14 cañadas desembocan directamente en los ríos. Además, los ríos son utilizados para lavar los vehículos, tirar animales muertos y todo tipo de basura. Sus aguas se vislumbran negras, y producen un fuerte hedor en toda la zona y la muerte de peces.
Los ciudadanos de la zona, aseguran no aguantar el mal olor que sale principalmente del río Seibo, por lo que han catalogado de “irresponsables” a la autoridades por no resolver el problema.
El director provincial de Salud Pública, Víctor Joa, dijo que el alto grado de contaminación de esos afluentes es cada vez peor, puesto que la mayoría de los ciudadanos no cuenta con pozos sépticos y todas esas heces van directamente a los ríos y provocan un brote de enfermedades.
Joa explicó que se debe evitar que sigan cayendo los desechos de las casas de familias, sobre todo las que viven a las orillas de los ríos, por lo que aseguró que es de gran importancia la construcción de una planta de tratamiento en la población, puesto que sólo de esa forma se evitaría que los ríos “se mueran por completo”.
“La situación produce enfermedades en las personas tanto parasitarias, como dermatológicas, porque todo lo tiran al río y es difícil recoger todos los desechos que caen en los caudales. La gente debe evitar echar cualquier tipo de basura o desperdicios a los ríos”, indicó.
El ciudadano Juan Pradio Rojas señaló que hasta que no se construya un sistema cloacal la situación de los principales ríos seguirán un el mismo nivel de contaminación.
Rojas manifestó que esa problemática no la estaría salvando ni Salud Pública, ni Medio Ambiente, puesto que entiende que esa solución solo estaría luego de la construcción de la planta de tratamiento.
“La gente no tiene dónde conectar las tuberías de los baños, y como no hay un sistema de alcantarillado, ¿dónde se piensa que van a caer todas esas heces?, es a las cañadas y esas cañadas entonces llegan directamente a los ríos”, explicó.
Falta de educación
Mientras tanto, los vecinos reconocen que la contaminación de los ríos Seibo y Soco se debe también a los diferentes químicos y venenos que ciudadanos “sin corazón” vierten en los ríos, por lo que aseguró que eso provoca la muerte de cientos de peces. “Es un daño a la salud de los ciudadanos por todos los lados, porque hasta los peces que se consumen de esos ríos están contaminados”, citó. Resaltó que se han hecho actividades junto con las demás autoridades de recoger la mayor cantidad de basuras de los ríos y se les advirtió a los ciudadanos de que no deben descargar ningún desecho a los arroyos.