Cualquiera puede pensar que esa frase la he tomado de los versos del premio Nóbel en poesía Pablo Neruda, el poeta que cabalgaba con su voz en todos los continentes.
Pues mire, amigo lector, resulta que ese canto a los Haitise lo pronuncio frente a la cámara de televisión el sobrino de “las mariposas”, el medico psiquiatra y Agrónomo Don Jaime David Fernández Mirabal, a quien le tengo respeto y consideración, precisamente, por ser sobrino de Minerva, Patria y Maria Teresa Mirabal, símbolo de lucha, amor y sacrificio por la democracia y la libertad.
Quien le canta a la naturaleza como lo hace el hijo de Doña Dede Mirabal, no debiera caer en las telarañas de los intereses que pretenden, en la práctica, operar y hacer todo lo contrario a lo que en plano teorico pontifica el Secretario de Medio ambiente y recursos naturales.
Salta a la vista la telaraña de intereses que rodean la posible instalación de la fabrica de cemento en “Los haitises son un canto a la naturaleza”, si partimos del hecho de un segundo informe técnico que no convence al mas ingenuo, toda vez que contradice el primer informe, de tal manera, que se comenta que el mismo fue evacuado por presiones, buscando “acomodar” convenientemente atendiendo a determinadas deudas millonarias.
No cabe la menor duda de que el asunto de la cementera va en serio, como debe, también, ir en serio la oposición de la comunidad científicas y el pueblo en general, sobre todo, por la forma burda de parte de la compañía y sus asesores (RD$) de organizar turbas de lumpenes colocando como punta de vanguardia los camiones de Fenatrado con el inocultable proposito de impedir que los defensores del medio ambiente y la biodiversidad junto al pueblo manifestara en una marcha pacifica su rechazo a la instalación de esa cementera que pone en peligro la mas importante reserva acuífera de nuestro pais.
Sobre el daño al medio ambiente que va a causar la posible fabrica de cemento, puedo establecer, que los técnicos recomiendan en todo el mundo que de ser posible, al instalar una fabrica de cemento la misma debe ubicarse AL LADO O ENCIMA de una mina de calizas, preferiblemente, que dure en plena explotación intensiva un periodo demás de 20 o 50 años. No hay que ser un experto en estudios de factibilidad para entender que los costos de producción , en esas condiciones, le permite a la empresa alta competitividad, por obviar el acarreo o transporte de materiales desde la o las minas, y colocan la materia prima con facilidad en lo molinos usando correas de arrastres, tanto es asi, que cuando en el gobierno del Dr.Balaguer decidió construir el parque botánico, en ese momento, decreto la muerte de la Fabrica Dominica de Cemento al privarla de sus minas, por el costo de extracción y transporte de materiales.
En cuanto a la polución, su bien remunerado equipo mediático, dice voz en cuello que la misma no va afectar el área, en virtud de que usaran equipos de ultima generación que va a impedir que el polvillo salga al medio ambiente. Debo asegurar que esa es una verdad a media, pues, simplemente lo que van a instalar en los hornos se conoce como precipitadotes electrostáticos, pero queda demostrado que solo precipita hacia dentro del horno un alto porcentaje de la polución., sin embargo, y esto lo conocen los técnicos en la fabricación del cemento, una parte se va al medio ambiente, y aun mas, cuando por el uso o abuso de los aparatos se deterioran.
Hay que convenir que la explotación intensiva de las minas para fabricar el clinkers, obligaría a realizar todo un moviendo de materiales, dejando interminables cráteres que de alguna manera afectaría las aguas subterráneas en los haitiese y en el pais.
Sabemos que el Dr. Jaime David Fernández Mirabal en ese negocio no tiene hacha que amolar, sin embargo, por su responsabilidad histórica debiera convocar a los mas competentes e independientes especialistas sobre medio ambiente y biodiversidad y un dialogo franco, TRANSPARENTE, honesto, científico y sincero, discutir la viabilidad de ese millonario negocio., por aquello que establecía Carlos Marx de que “si a un comerciante le van a comprar el lazo para ahorcarlo, sin pensar lo vendería”. Debe recordar que cuando se trata de defender sus intereses, el capital no cree en patria, y medio ambiente. Pienso que el Dr.Fernandez Mirabal pone en tela de juicio su prestigio personal si impone ese negocio millonario manus militares, por encima de lo justo, lo razonable y lo cientifico. Amen.
Autor: Darío Tavares
El Nuevo Diario