La Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) y el Centro para el Desarrollo Agropecuario y Forestal (CEDAF), con el apoyo del Proyecto de Innovación Industrial: Compitiendo en Rapidez y Flexibilidad, financiado por el Fondo Multilateral de Inversiones (BID-FOMIN), firmaron un convenio mediante el cual buscan lograr que 40 empresas industriales tengan sus planes de reducción de desperdicios y formen parte de una cadena de reciclaje que incluya grupos de “ecotrabajadores” o recicladores que verán fortalecidos sus ingresos a partir de este proyecto. Ligia Bonetti, presidente de la AIRD, indicó que hoy se requiere que las industrias se hagan más conscientes del entorno social y del medio ambiente en que desarrollan sus actividades productivas. “La compet5itividad requiere hoy que la empresa sea sostenible. De hecho, competitividad y sostenibilidad son dos conceptos que se refuerzan mutuamente”, dijo la dirigente de los industriales dominicanos.
Explicó que en los aspectos ambientales las regulaciones estatales son importantes, pero que la empresa que aspire a diferenciarse de sus competidores y agregar un mayor valor agregado a sus productos “está llamada a tomar estas regulaciones estatales como un mínimo y estar dispuesta a dar “una milla extra” que, por lo general, consiste en compromisos y estándares superiores a los establecidos y que son asumidos desde adentro, desde la dirección empresarial, pero que involucran a toda la empresa”.
Además, estas iniciativas originan lo que muchos han llamado “ecoempleo”, que consiste en generar riquezas a partir de políticas ambientales sostenibles y de prácticas como la de las 3R: reducir, reusar y reciclar… “Es en este marco que podemos explicar el convenio que hoy firmamos entre el Centro para el Desarrollo Agropecuario y Forestal (CEDAF), la AIRD y sus clústeres de cacao, productos de belleza y plásticos”, señaló.
El acuerdo firmado por Bonetti y Marcial Najri, presidente del CEDAF, tiene por objetivo general incrementar la competitividad por la reducción de costos de materias primas, pero tiene por objetivos específicos el reducir los desechos post-industriales, los desechos post-consumo y contribuir a crear una mayor conciencia ambiental.
“Es también un buen negocio. Se incrementará la cantidad de material del que se hace acopio para el reciclaje, se fomentarán algunos “ecoempleos”. Las empresas, además, tendrán el beneficio de cultivar y exponer una imagen de producción limpia ante sus consumidores, valor que el mercado de hoy aprecia mucho”, concluyó.
El CEDAF prestará asesoría y asistencia técnica y contribuirá a vincular las empresas industriales a entidades formales e informales orientadas al reciclaje. Además, su participación será clave en vincular las iniciativas a los actores sociales que rodean algunas de las empresas, contribuyendo así a la responsabilidad social empresarial.
Vía: