BIGtheme.net http://bigtheme.net/ecommerce/opencart OpenCart Templates
miércoles , noviembre 13 2024
Inicio | :: Articulos | Libre comercio arrasa pesca artesanal en India

Libre comercio arrasa pesca artesanal en India

Libre comercio arrasa pesca artesanal en India

Acuerdos de libre comercio amenazan el sustento de los pescadores artesanales de India y la dieta de millones de personas en este país que encuentran en los productos marítimos una fuente barata de proteínas.

El 25 de octubre, los primeros ministros Manmohan Singh, de India, y Naoto Kan, de Japón, anunciaron en Tokio el éxito de las negociaciones para un Completo Acuerdo de Asociación Económica (CEPA, por sus siglas en inglés), que abarcará bienes, servicios, inversiones, movimiento de trabajadores, propiedad intelectual y cooperación bilateral.

Se teme que, cuando el CEPA sea firmado, impacte en la vida de los pescadores artesanales de la misma manera que lo hizo el tratado de libre comercio (TLC) entre India y Tailandia, que eliminó los aranceles a la importación de productos marítimos a partir de enero de 2007.

Según el presidente de la Federación de Pescadores Independientes del sudoccidental estado de Kerala, Lal Koyiparambil, el TLC Indo-Tailandés causó una drástica caída en los precios del pescado, ya que los importadores inundaron el mercado con productos tailandeses.

«Los consumidores estaban felices con la caída de los precios, pero se quejaban de que las importaciones no eran frescas ni incluían a las especies de pescado a las que estaba acostumbrada la gente, como el pescado azul, la sardina y la caballa, que desaparecieron de los mercados locales», explicó Lal a IPS.

Kerala, el mayor productor, consumidor y exportador de frutos del mar de los nueve estados indios que comparten la costa peninsular de 8.000 kilómetros de largo, fue el más afectado por el TLC Indo-Tailandés.

«Este año hubo un salto en las exportaciones de sardina desde Kerala gracias al agotamiento de las reservas de Asia sudoriental, pero esto benefició a las grandes firmas exportadoras más que a los pescadores artesanales o a los pequeños operadores de pesca de arrastre», dijo Lal. «Y es probable que se trate de un fenómeno temporal».

El secretario del poderoso Foro Nacional de Trabajadores de la Pesca (NFF), T. Peter, sostuvo que el CEPA suponía una amenaza ya que permitiría que flotas pesqueras japonesas eludieran las actuales restricciones a las operaciones extranjeras, que obligan compartir ganancias con socios locales en empresas de riesgo compartido.

«Los barcos de pesca industrial japoneses están mucho mejor equipados que los indios, cuentan con sofisticados sonares y dispositivos satelitales para detectar cardúmenes y tienen reputación de no respetar prácticas pesqueras sostenibles», alertó Peter.

Eludir los controles en la zona económica exclusiva de India es algo sencillo para cazadores furtivos de países como Taiwan, cuyos barcos cuentan con equipos electrónicos capaces de capturar y congelar rápidamente costosas especies de peces, como el atún de aleta amarilla, para cumplir con las exigencias de compradores en Japón, la Unión Europea y Estados Unidos.

Según cifras de la Autoridad para el Desarrollo de las Exportaciones de Productos Marítimos, India exportó cerca de 30 millones de dólares en atún de aleta amarilla de su zona económica exclusiva en 2007, y otros 50 millones de dólares en 2008.

Sin embargo, cuando estas ventas cayeron a 30 millones de dólares en 2009 surgieron sospechas de una creciente caza furtiva en la zona. Las exportaciones marítimas totales de India en 2009 superaron los 2.000 millones de dólares.

«Propietarios de pequeños barcos de arrastre han recurrido a vender sus capturas a flotas industriales a precios bajos, y el atún rojo termina como sashimi (plato japonés) en Europa, China, Japón y Estados Unidos», dijo Lal.

«Esta práctica le causa al país una pérdida de divisas y le niega a los consumidores indios el acceso a un pescado popular y rico en proteínas en sus propias costas», añadió.

Lal atribuye el problema a la ineficiencia de las políticas del gobierno federal indio, que giran siempre en torno a la liberalización económica e ignoran las dificultades de los pescadores artesanales o los propietarios de pequeños barcos de arrastre.

«Simplemente mire el borrador del Proyecto de Ley de Administración y Regulación de Pesca Marítima», señaló.

El proyecto ha desatado protestas de los gobiernos estaduales afectados, que se quejan de no haber sido consultados, y del NFF, que en una declaración formal el 14 de enero de 2010 criticó al texto por ni siquiera incluir la palabra «pescadores».

«Si es aprobada en su actual forma, el proyecto solamente fortalecerá la burocracia centralizada, mientras que impactará en forma negativa en los pescadores y en cualquier genuina protección del mar», alertó el NFF.

«El proyecto no satisface las aspiraciones de los 11, millones de pescadores de India y de la comunidad de 3,5 millones de habitantes de la costa», añadió.
Además, el proyecto contradice las recomendaciones de un comité del gobierno federal que en 1997 se opuso a las operaciones de barcos pesqueros extranjeros en aguas de India. Pero eso fue antes que se firmaran TLC con países como Tailandia, Corea del Sur, Singapur y ahora Japón.

Parece que el proyecto de ley está destinado «a abrir de par en par las aguas indias a la pesca extranjera, mientras exige a los pescadores tradicionales (locales) que obtengan licencias del gobierno central para ir más allá de 12 millas náuticas», dijo Peter, del NFF.

El ministro de Estado para la Agricultura, K.V. Thomas, uno de los principales impulsores del proyecto de ley, dijo que éste era necesario para «maximizar la pesca orientada a las exportaciones» y para «regular la captura de barcos extranjeros en la zona económica exclusiva».

Pero Lal sostuvo que era «injusto pedirle a los empobrecidos habitantes de la costa que soliciten licencias en la lejana Nueva Delhi. «Factores como la corrupción en el otorgamiento de licencias y el hecho de que la mayoría de los habitantes (de la costa) no entienden inglés ni hindi (lenguas que se hablan en el norte y centro del país) deben ser tomados en cuenta».