El ex primer ministro de Francia Laurent Fabius ha advertido de que el actual contexto internacional puede complicar la aplicación del Acuerdo de París contra el cambio climático, pero está convencido de que la humanidad tiene tiempo de frenar una situación que se puede convertir en «irreversible».
Fue primer ministro de Francia; titular de varias carteras ministeriales en distintos gobiernos; presidente de la Asamblea Nacional Francesa; preside en la actualidad el Consejo Constitucional en su país; y en 2015 presidió la cumbre mundial del clima que alumbró el Acuerdo de París, del que fue uno de los principales artífices.
En una entrevista con EFE, Fabius mantiene que aquel Acuerdo, que entrará en vigor el próximo año y sustituirá al Protocolo de Kioto, supuso un hito histórico, ya que fue la primera vez que todos los países sin excepción se pusieron de acuerdo para fijar un objetivo y combatir el cambio climático.
El Acuerdo compromete a la comunidad internacional a adoptar medidas para limitar el aumento de la temperatura a 2 grados, y preferentemente a 1,5, pero Laurent Fabius ha alertado de que la trayectoria actual conducirá a una subida de la temperatura del planeta por encima de los 3 grados al final de siglo.
El “preocupante” papel de EEUU
“Desde que se firmó el Acuerdo el contexto internacional ha cambiado mucho y algunos países han ido hacia atrás”, ha observado el político francés, quien ha señalado que el caso “más significativo y preocupante” es el de Estados Unidos, cuyo presidente, Donald Trump, anunció a los pocos días de llegar al cargo que retiraría a su país de ese Acuerdo.
Se ha referido también al caso de Brasil y a las señales “contradictorias” que ha enviado el nuevo Gobierno de Jair Bolsonaro, y al importante rol de este país, no sólo por tratarse de una potencia económica, también por la relevancia que el bosque amazónico tiene en el planeta.
Pero Laurent Fabius también percibe que la posición del Gobierno estadounidense ha espoleado a países que no eran especialmente entusiastas con el Acuerdo de París, a muchos estados y empresas de Estados Unidos, o que algunos países tienen ahora una determinación para combatir el calentamiento más fuerte que la mostraron en 2015.
“El Acuerdo de París sigue manteniendo toda su fuerza, pero el contexto internacional hace que su aplicación sea más complicada”, ha dicho el exprimer ministro francés, quien ha apelado al papel de liderazgo que debe desempeñar la UE, a pesar de las diferentes posturas y muy diferentes realidades que hay en cada país.
Aspectos positivos del cambio climático
Los científicos, ha recordado Fabius durante la entrevista, han puesto de relieve que es necesario hacer un esfuerzo “sin precedentes” para evitar un incremento de la temperatura superior a 1,5 grados a final de siglo, pero también han apuntado los aspectos positivos (sobre la salud o el empleo) que tendría esa transformación “si hacemos los esfuerzos necesarios”.
“Siempre se pone el acento en los aspectos más dramáticos del cambio climático”, según el exprimer ministro francés, que ha destacado entre los ángulos positivos las oportunidades que van a tener las empresas ante las necesarias transformaciones que se tienen que acometer durante las próximas décadas.
Laurent Fabius ha subrayado además la importancia de que la transición hacia una economía descarbonizada sea “justa” y de atender a los países más pobres y vulnerables ante el cambio climático, pero también a aquellos países donde los cambios pueden tener importantes consecuencias económicas y sociales.
A su juicio, esos efectos y consecuencias son ya patentes en algunos países (crisis de los “chalecos amarillos” en Francia o cuencas mineras en España o Polonia), y ha subrayado la necesidad de prever la creación de empleos en otros sectores y en la misma proporción para asegurar que la transición sea “aceptable y justa”.
“De lo contrario, algunos, aunque piensen que el objetivo es legítimo, se van a revolver contra el cambio y lo van a hacer complicado”, según Fabius, quien ha valorado el proyecto de ley contra que prepara el Gobierno español y las medidas adoptadas para intentar asegurar que esa transición sea justa.
Los científicos, según el exprimer ministro, han conseguido instaurar en la opinión pública el convencimiento de que el cambio climático es una realidad y tiene un origen humano, y el reto ahora es que la comunidad internacional sea capaz de impulsar las políticas necesarias para frenarlo, consciente además -ha dicho- de que la inacción será mucho más costosa que una acción ordenada a nivel mundial.