Latinoamérica quiere avanzar en el Acuerdo de París, pide para ello a las economías industrializadas que aumenten sus fondos para la lucha contra el cambio climático y reclama más participación del sector privado con inversiones «climáticamente inteligentes«.
La región latinoamericana se alinea así con los postulados que defienden los países en vías de desarrollo durante la cumbre del clima de Katowice (COP24), donde las economías industrializadas y las emergentes intentan llegar a un compromiso para impulsar una agenda contra el cambio climático más ambiciosa.
La cumbre tiene previsto terminar mañana, viernes, tras dos semanas de negociaciones para intentar desbloquear la aplicación del Acuerdo de París.
Papel protagonista de las empresas
Para los países latinoamericanos las empresas deben desempeñar un papel protagonista a la hora de trasladar a la práctica los acuerdos de París y desarrollar elementos clave como el mercado internacional de bonos de carbono o la industria de seguros de riesgos.
“Hacer frente al cambio climático es impensable sin la participación del sector privado a través de la innovación, de inversiones responsables y sostenibles, y a través de impulsar grandes cambios que beneficien a toda la sociedad“, explicó a EFEverde el subsecretario de Medio Ambiente de México, Sergio Sánchez.
El ministro de Medio Ambiente de Brasil, miembro del Gobierno brasileño saliente, Edson Duarte, tiene una opinión similar y considera que “solo al potenciar plenamente el papel del sector privado podremos hacer realidad una mayor ambición” ante el cambio climático.
“Estamos muy preocupados por que algunos países están tratando de dificultar el rol de la empresa privada, algo que arriesga los objetivos climáticos del mundo y dificulta la activación de los mecanismos previstos en el Acuerdo de París“, alerta Duarte, quien no ha precisado cuáles son esos países.
Desde otra nación sudamericana, Perú, también se defiende la importancia del sector privado a la hora de combatir el cambio climático, y su ministra del Ambiente, Fabiola Muñoz, recordaba en unas declaraciones a EFEverde que su país está interesado en inversiones exteriores “sostenibles y climáticamente inteligentes”.
“Nosotros no queremos malos inversores, queremos gente responsable”, subraya Muñoz, que espera promover para Perú las inversiones que generen valor para toda la sociedad y apuesten por energías limpias, reforestación o una economía más verde.
Itaipu Binacional
Uno de los ejemplos de compañía privada que apuesta por un desarrollo sostenible en Latinoamérica es la energética Itaipu Binacional, “una empresa que pertenece a Brasil y Paraguay, y que es la mayor generadora de energía limpia y renovable del planeta”, señaló a EFEverde su asesor de comunicación, Romeu de Bruns.
Esta empresa “abastece el 15 % de necesidades de eléctricas de Brasil y más del 85 % de Paraguay, y también ha impulsado una serie de proyectos en la frontera de Brasil y Paraguay para desarrollo sostenible de la región, protección del medio ambiente, promoción de energías renovables, y desarrollo agropecuario sostenible”, recuerda.
La idea compartida en Latinoamérica es que el vacío financiero que existe hoy entre lo prometido y lo implementado, empezando por el Fondo Verde para el Clima, que debe contar con 100.000 millones de dólares al año a partir de 2020, podría ser llenado con una mayor inversión privada.
Los países de la región también han venido a esta cumbre para trasladar la urgencia de actuar con más ambición contra el cambio climático con contundencia, ya que Latinoamérica es una de las zonas del planeta más vulnerables a los cambios del clima.
“Las conclusiones científicas son hechos, no opiniones, y las negociaciones que mantenemos en esta cumbre son para cumplir el Acuerdo de París, algo que podemos hacer juntos si todos nos involucramos”, afirma el secretario de Medio Ambiente de Argentina, Sergio Bergman.
Desde otro país hispanohablante, Cuba, se ha lanzado la voz de alarma ante los efectos del cambio climático, ya que en la isla la costa retrocede en algunos puntos una media de 1,2 metros por año, según señaló a Efe su ministra de Medio Ambiente, Elba Rosa Pérez.
“Además del retroceso de la de costa, tenemos un aumento notable de la temperatura en La Habana y en toda Cuba”, explicó Pérez, cuyo país ya está trabajando, por ejemplo, para impedir nuevas construcciones en zonas de costa vulnerables al avance del mar.
Latinoamérica será protagonista en la lucha contra el cambio climático el próximo año, ya que debe ser un país de la región el que acoja la próxima cumbre del clima.
El nuevo gobierno de Brasil, candidato inicial, ya ha renunciado a organizar la COP25, y según explicaron a EFEverde delegados de esta región presentes en Katowice, todo apunta a que Chile tomará el testigo dejado por los brasileños y será la sede de la próxima cumbre del clima.
Nacho Temiño
EFEverde