La Policía de Perú destruyó varias máquinas que eran utilizadas por la minería ilegal del oro en la región selvática de Madre de Dios, en el sureste, que devastaban el ecosistema, informó hoy un comunicado del Ministerio del Interior.
La operación se realizó a la altura del kilómetro 115 de la carretera que une la ciudad de Puerto Maldonado y la localidad de Mazuco, y contó con más de 120 policías que destruyeron 24 motores valorados en unos 40.000 soles (unos 15.200 dólares) y varios generadores eléctricos, entre otras máquinas.
Cuatro personas fueron detenidas y puestas a disposición del Ministerio Público.
El ministro peruano del Interior, Wilfredo Pedraza, que supervisó la operación, pidió a los mineros ilegales que frenen sus actividades que hacen un gran daño al medioambiente y que traen consigo la tala desmedida de la selva, la contaminación de los ríos, el tráfico de drogas, la trata de personas, la prostitución y la explotación infantil.
«Hacemos una invocación a los mineros ilegales para que den un paso a la legalización. El trabajo es una necesidad, pero pueden adecuar su actividad al marco normativo de nuestro país», afirmó Pedraza.
El director general de la Policía, el general Raúl Salazar, también presente en la operación, dijo que las acciones policiales continuarán en el lugar hasta erradicar la minería ilegal de la zona de amortiguamiento de Madre de Dios.
«Estamos cerca de esa zona protegida y no podemos permitir que los mineros ilegales lleguen allí», sostuvo Salazar.
El 17 de julio, el Gobierno creó la Comisión Multisectorial Permanente para hacer un seguimiento permanente de las acciones frente a la minería ilegal.
La fiebre del oro, desencadenada por los exorbitantes precios del metal, ha devastado miles de hectáreas de bosques y ha contaminado los ríos donde vierten mercurio y cianuro que han afectado a los peces y a los indígenas que habitan Madre de Dios. EFE
Vía: Acento