LA VERDAD QUE NOS QUIEREN OCULTAR (PARTE IV)

En las anteriores entregas de nuestro informe titulado “FALCONBRIDGE DOMINICANA: LA VERDAD QUE NOS QUIEREN OCULTAR”, comentábamos que Falcondo está llegando a sus últimos años de operación en el país debido al agotamiento de los recursos de las minas actualmente bajo explotación. A su vez, indicábamos que el Proyecto Loma Miranda, en el mejor de los casos, aportaría unos 3 años más de vida para la planta.

En este sentido, explicábamos que podía entenderse la estrategia de negocios implementada a partir de febrero 2011 por Falcondo consistente en comprar a otra compañía local (AES) la energía consumida por la Planta, en lugar de producirla internamente y vender el excedente como ha hecho durante los últimos 40 años de operaciones.[1]

Decíamos que pruebas fehacientes de ello son las notas indicadas en las páginas 50 y 66 de la Memoria Anual de Falconbridge Dominicana 2010, que rezan así:

“Durante el año 2010, como resultado de un extenso análisis, la Compañía ha cambiado la estimación de la vida de la mina de tal manera que las necesidades futuras de electricidad serán compradas en lugar de generarlas internamente…” (pág. 66)

“El cambio de las estimaciones durante el año es el resultado del cambio significativo en el plan de la vida de la mina que ocurrió junto con el anuncio del reinicio de las operaciones.”  (pág. 66)

 “Durante 2010, la Compañía aceleró la depreciación correspondiente a la planta eléctrica, Planta de Combustible y Haina Bomba como consecuencia del acortamiento de su vida útil”. (pág. 50)

Pues bien, revisando la Memoria Anual 2011 de Falcondo (que recién nos hizo llegar una amiga periodista) hemos podido comprobar, una vez más, el carácter certero de nuestras afirmaciones:

Tal como se indica en la página 10 de la referida Memoria, a partir de julio 2011 Falcondo dejó de producir internamente el nafta utilizado para el funcionamiento de sus hornos de reducción y ahora lo importa desde el exterior, transportándolo a través del oleoducto que posee desde el puerto de Haina hasta sus instalaciones principales en Loma Peguera (Bonao).

De esta forma, Falcondo cambia radicalmente su estrategia de negocios en menos de seis meses: (i) a partir de febrero 2011 pasa a comprar la energía consumida por su planta en lugar de producirla internamente; y (ii) a partir de julio 2011 pasa a importar desde el exterior el nafta consumido en su proceso metalúrgico, en lugar de importar petróleo crudo y luego convertirlo en nafta dentro de su Planta de Refinería (como ha hecho durante las últimas cuatro décadas).

Se trata de un cambio de estrategia de negocios a largo plazo por otra a muy corto plazo. Lógicamente, ello obedece a un cambio significativo en la estimación de la vida de Falcondo.

Una prueba más de tal afirmación, la podemos encontrar en la página 69 de la Memoria Anual 2011 de Falcondo, que textualmente reza así: “Los activos intangibles incluyen derechos de paso, y programas de computación. El método principal de amortización de estos activos intangibles es el de línea recta; sobre un período de cuatro años para los programas de computación y sobre la vida útil de la mina para los derechos de paso.”

Es decir, los activos de Falcondo relativos a “derechos de paso” son depreciados en base a un porcentaje anual determinado durante toda la vida útil de la mina. De forma tal que al término de la vida útil de la planta, el valor en libros será RD$0. Y ese es justamente el valor contable que en 2011 ha registrado Falcondo para estos activos (ver pág. 69 Memorial Anual 2011).

Ello significa que el tiempo de vida estimado para la planta ha concluido y que Falcondo está actualmente operando más allá de lo previsto. El problema es que a partir de lo que hemos comentado anteriormente, claramente se infiere que este tiempo de vida “extra” es muy corto.

Basta con leer las Memorias Anuales presentadas por Xstrata Plc. (casa matriz de Falcondo) desde 2006 hasta el 2011: Hasta el año 2009 se habla en estos informes de la posibilidad de extender considerablemente la vida útil de Falcondo, así como de la conversión de su planta eléctrica (que actualmente usa fuel-oil) a gas natural. Sin embargo, a partir del año 2010 únicamente se hace referencia a la nueva estrategia de negocios a corto plazo ejecutada por Falcondo, sin hacer referencia alguna a posibles proyectos de expansión. Ello significa que la casa matriz de Falcondo no toma en cuenta Loma Miranda como un proyecto a largo plazo. Sin embargo, los ejecutivos locales le dicen al país que este proyecto aportará más de 20 años de operaciones a la planta (a todas luces mintiendo).

Más preocupante aún son las declaraciones de los ejecutivos de Falcondo dadas a la prensa el pasado 6 de agosto de los corrientes, según las cuales el Proyecto Loma Miranda “tiene un plan de cierre minero con financiamiento que incluye la reforestación de la zona minera”. El solo hecho de que se contemple un financiamiento para el cierre de esta operación es una señal muy peligrosa y motivo de alarma para nuestras autoridades. Es como si quisieran exprimir la última gota de níquel antes de marcharse definitivamente y dejarnos un enorme pasivo ambiental.

Dicho lo anterior, reiteramos nuestra exhortación al Gobierno dominicano en el sentido de poner bajo serias dudas la pertinencia de otorgar el permiso medioambiental a Falcondo para la explotación del proyecto Loma Miranda. A la vez sugerimos que se exija a esta empresa, previo a tomar una decisión definitiva sobre el particular, la siguiente documentación (en adición a los estudios relativos al impacto medioambiental del proyecto):

1. Plan de Cierre de minas para las operaciones de Xstrata en el país (en este documento se indica la estimación de la vida de la planta y los costos relacionados a la rehabilitación de las zonas explotadas);[2]
2. Garantías económicas en forma de documentos bancarios que aseguren el cumplimiento de las obligaciones a que se refiere el Plan de Cierre de Minas;[3]
3. Programa de Explotación de Recursos para Loma Miranda que describa minuciosamente la forma en que serán extraídas las reservas minerales y el tiempo de duración de las operaciones en esta zona;
4. Estudios de perforación realizados en Loma Miranda en base a los cuales Falcondo estima la cantidad de reservas minerales existente en esta zona y consecuentemente el tiempo estimado de vida útil de esta nueva mina;
5. Certificaciones internacionales que corroboren dichas estimaciones[4].

Solo de esta forma, permaneciendo vigilantes y atentos a las señales que viene dando Falcondo sobre su inminente salida, así como solicitando de forma proactiva y diligente información crítica de esta empresa, podremos evitar un posible desastre medioambiental en nuestro país.

Escrito por: Rafael Puello