El Parque Nacional Sierra de Neiba fue creado en 1995 para proteger los bosques nublados latifoliados de los cuales alberga la mayor extensión en el país.
Desde antes de su creación, la frontera agrícola se había tragado gran parte del bosque, por lo que se empezó a evaluar desde 1996 hasta el 2012. En 2019 se publicó que la cobertura boscosa había perdido un 10% entre cada una de las evaluaciones, a razón de 15 hectáreas por mes, un total de 3,062.85.
El área protegida tiene 182 km2 y una extensión lineal de 52 kilómetros, donde habitan 1,217 especies de plantas, 278 endémicas (23%). 97 están bajo algún grado de amenaza (8%). Cinco especies exclusivas de esta sierra, y pronto serán más. Cuatro especies de ranas y dos reptiles son exclusivos de esta área.
Hace poco, botánicos constataron cómo el café y el ganado siguen destruyendo la biodiversidad. Hasta una carretera de Agua Prieta-Derrumbadero están construyendo para atravesar la sierra. Zonas ya registradas en 2019, como Bonete y Los Bolos, siguen siendo deforestadas y convertidas en cafetales y potreros.
¿Seguiremos permitiendo que nuestras Áreas Protegidas productoras de agua y refugios de nuestra biodiversidad sigan desapareciendo?