El calentamiento global se cebará especialmente con la región mediterránea y tendrá serias consecuencias económicas y medioambientales, según un informe presentado hoy en la cumbre del clima (COP24) de Katowice (Polonia).
La evaluación científica preliminar de un estudio encargado por la Unión por el Mediterráneo (UfM) alerta de que la subida de las temperaturas repercutirá en la agricultura y el turismo, afectará a los ecosistemas marinos y terrestres, cambiará las líneas costeras y tiene el potencial de desatar grandes migraciones.
“Los efectos del cambio climático en la región mediterránea estarán por encima de la media global. Esto tendrá efectos en el bienestar humano en general“, explicó a Efe el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Taalas, tras presentar el documento.
Indicó que el calentamiento global en la cuenca mediterránea “tendrá un impacto en la agricultura”, “impulsará las migraciones desde países africanos hacia el norte” y “puede que haga que la zona sea menos atractiva para el turismo por las altas temperaturas y un entorno menos verde”.
Taalas agregó que las temperaturas ya han registrado incrementos y que los patrones de precipitaciones han cambiado, haciendo más seca la región, algo que prevé que continúe durante décadas.
“Esta tendencia negativa se mantendrá en los próximos 50 años”, afirmó Taalas, que dijo que la situación se podrá estabilizar “para 2060” si las políticas de mitigación de los efectos del cambio climático tienen éxito.
Además, calcula que las precipitaciones disminuirían en el verano entre un 10 y un 30 %, dependiendo de la zona.
El nivel del mar, después de haber aumentado unos 3 milímetros al año durante las últimas décadas, seguiría subiendo en un rango de proyecciones que, para 2100, oscila entre los 52 y los 190 centímetros, en distintos puntos costeros.
“Con recursos limitados y posibles conflictos sociales en aumento, cabe esperar migraciones humanas a gran escala”, advierte el informe, que destaca que “los países del sur y el este del Mediterráneo son más vulnerables”.
La región mediterránea es uno de “los principales focos de cambio climático en el mundo” debido una conjunción de factores, de la escasez de agua a la desertificación y la actividad agrícola, pasando por la concentración de las actividades económicas y de la población en las zonas costeras.
Ante este panorama, la UpM aboga por promover una “agenda común por el clima” en la región mediterránea para mitigar riesgos y promover las medidas de adaptación.
Esta agenda se podrá perfilar una vez que se concluya el informe sobre los efectos del calentamiento global en la zona que la UpM ha encargado a la Red de Expertos Mediterráneos sobre Clima y Cambio Climático (MedECC).